Junto al Malecón, hoy día paseo, pero también como en su origen importante defensa frente a las avenidas del río Segura, el [primer] Instituto de Murcia creó un Jardín Botánico en el que se plantaron, además de especies para un huerto diverso, numerosos árboles mediterráneos y de otros rincones del planeta.
En la colección de árboles del Jardín Botánico de Murcia no faltaba –con gran acierto– un ciprés o sabina de Cartagena (Tetraclinis articulata), que por aquel entonces se conocía como alerce africano o árbol de la Sandáraca (Callitris quadrivalvis), especie del Mediterráneo occidental distribuida principalmente por el norte de África. Este actualmente viejo ejemplar, que por suerte aún se conserva, y tiene tronco de 1,40 m de cuerda y 12 m de altura, se encuentra cerca de la Puerta del Instituto o del «Nairobi», como la llamaban quienes conocieron la [primera] sala de fiestas en la que convirtieron el jardín, un uso, desmesuradamente festero, para el que aún se destina en la actualidad.
Curiosamente, de este ciprés o sabina de Cartagena escribe el botánico mazarronero Francisco de Paula Jiménez Munuera en 1908, en la publicación que complementaba a Plantas de Cartagena (1903), donde introduce adiciones y correcciones al primer catálogo de la flora cartagenera, en el que no había citado a Tetraclinis articulata, nueva para la flora de Europa en 1904. Cuando hace referencia por primera vez en uno de sus artículos a los escasos ejemplares europeos de Callitris cuadrivalvis que ha localizado silvestres en Cartagena dice, del ejemplar del Malecón, lo siguiente: «En el Jardín Botánico del Instituto de Murcia hay también un magnífico ejemplar que no tendrá menos de 6 a 8 m».
Es decir, esta sabina del Jardín Botánico de Murcia es un árbol singular y centenario, además de superviviente y testigo de los orígenes del jardín y del esplendor que habría que devolverle al menos a parte de este maltratado espacio verde de la ciudad. Es esto precisamente lo que están intentando los Amigos del Jardín Botánico de Murcia, con el biólogo José Pedro Marín a la cabeza, introduciendo especies nuevas en un parterre y vigilando que no sean excesivos algunos de los despropósitos que se llevan a cabo en el jardín y sus árboles. Si quieres, puedes ayudarles, completando y enviando la ficha inscripción gratuita a la Asociación, y participando en sus actividades, que tienen lugar casi todos los domingos por la mañana.