Flora de Murcia
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8 de mayo de 2013 · Archivado en la categoría Orquídeas
La orquídea de dama (Orchis purpurea) fue vista por primera vez en la Región de Murcia hace 20 años, el 8 de mayo de 1993, a través del cristal de la ventanilla de un coche. Una observación casual de una planta que crecía en la cuneta de una carretera, la que conduce al Campo de San Juan (Moratalla).
Transcurrieron los años y se sucedieron las visitas, varias, y la fotografié en repetidas ocasiones, cómo no, con mi reflex Olympus, siendo el mejor resultado la anterior imagen, escaneada de la original en papel y que se tomaría algún día de abril o mayo de 1994, 1995 o 1996.
Fotografía en mano, en 1997, convertido ya en joven universitario, me atreví a mantener una breve conversación sobre la planta que tenía claro era Orchis purpurea con mi profesora de prácticas de botánica, Pilar Torrente, a la que no vi muy convencida con mi determinación y explicaciones… pero al menos me sugirió hablar con su compañero Pedro Sánchez Gómez. Así que me dirigí al final del pasillo de la cuarta planta de la Facultad de Biología, donde el profesor de fanerogamia tenía su despacho, y llamé a la puerta. Como estaba ocupado y su conversación por teléfono parecía no tener fin me acerqué al laboratorio de Diego Rivera, profesor de prácticas de mi amigo Pepe, también José Antonio López, que me acompañaba. Y al fin conseguí algo de atención botánica y la confirmación de mis sospechas, había determinado correctamente esta orquídea y no estaba citada en la Región de Murcia.
Durante los años siguientes se repitieron las visitas a la primera población detectada en territorio murciano de esta orquídea, en el poco conocido porque no está en los mapas Puerto de la Tía Lucía, incluso con los botánicos Francisco Alcaraz y Diego Rivera (1998) y Pedro Sánchez Gómez (2000); se recolectó material vegetal y se publico una pequeña nota a modo de adenda. Sin embargo, con el paso del tiempo, dejé de frecuentar la zona, al menos con la frecuencia casi anual de más de una década, aunque esto no significa que la planta y el lugar dejasen de ser particularmente especiales para mi. Así que hoy exactamente, veinte años después, tenía (teníamos, mi hermano y yo) cita obligada en los pastizales supramediterráneos de camino hacia el Campo de San Juan, para ver y fotografiar, de nuevo, a la orquídea de dama (Orchis purpurea). Eso sí, de forma muy distinta a las primeras veces, con cámara digital (fotografía anterior) y hasta con el smartphone, un Samsung Galaxy S III, para subirla prácticamente allí mismo (no había cobertura de datos) a Instagram. Por suerte, sólo la tecnología y la nueva carretera delatan que han pasado dos décadas, el lugar y las orquídeas siguen casi tal cual lo conocí por primera vez.
26 de abril de 2013 · Archivado en la categoría Lugares, Orquídeas
La Región de Murcia no es un territorio que destaque por su diversidad en orquídeas silvestres, ni en riqueza de especies ni en abundancia. Quizá por esto son tan escasos los ejemplares singulares conocidos (híbridos, con flores aberrantes, etc.) y la mayoría de las nuevas orquídeas que se detectan cuentan con muy pocos individuos, los cuales habitualmente se encuentran solos y aislados.
Por suerte, 2013 ha deparado el hallazgo de dos auténticas rarezas, en el Parque Regional El Valle, de intenso y extenso uso público, además en zonas muy transitadas, junto a sendas. Paradójico.
En febrero fue localizado (¡al fin!) el primer y por el momento único híbrido de orquídeas conocido en la Región de Murcia, aquel que es resultado del cruce entre Ophrys speculum subsp. speculum y O. tenthredinifera. El ejemplar solitario de Ophrys x heraultii lo encontró Cesar Portillo, acompañado de Juan Vicente Gil y Carlos Atienza, curiosamente a menos de tres metros de donde se encuentra un rodal de una particular seta (Hebeloma edurum) que teóricamente huele a chocolate, motivo por el estuve allí mismo en dos ocasiones durante el pasado otoño, para comprobarlo (pero mi olfato no estuvo fino…).
Llegado abril, cómo podía siquiera sospecharse, después de otra vez un mes seco y caluroso, que aceleraba y deslucía la primavera, que las orquídeas nos darían una nueva sorpresa, con Orchis champagneuxii, quizá probable en el Noroeste murciano, pero no tanto en las sierras prelitorales de Murcia. En esta ocasión, el hallazgo corresponde y hay que agradecerlo a Carlos Ortíz y Mateo Rubio, incansables y eficaces buscadores de orquídeas, reclutados para esta ociosa tarea por la fotografía digital, que tanto está ayudando al conocimiento de la flora murciana.
15 de marzo de 2013 · Archivado en la categoría General, Opinión, Orquídeas
El País del Búho es la Candidatura de Reserva de la Biosfera «Sierras y Campos de Murcia» que impulsa el Ayuntamiento de Murcia con el loable empeño de la Concejala y Tercera Teniente de Alcalde Adela Martínez-Cachá Martínez.
Sin embargo, una vez conocida la zonificación de la Reserva de la Biosfera propuesta (en adelante RB), prácticamente dejando la vista en la página 15 del documento técnico divulgativo, resulta triste que a estas alturas del siglo XXI muy poco o nada nuevo se vaya a aportar a la conservación de la flora amenazada presente en el territorio que comprende y, en concreto, para determinadas poblaciones de especies vulnerables y de interés especial, algunas especialmente relevantes.
No puede ser de otra forma «sin nuevas figuras de protección» como puede leerse en la página de la Candidatura de la RB y sin una zonificación que contemple, como zonas núcleo, determinados enclaves de notable diversidad vegetal y su entorno, aunque estén fuera de los viejos, confusos y muy mejorables límites de Parque Regional El Valle y Carrascoy (aún con el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales PORN sin aprobar) y LIC Carrascoy y El Valle.
Además, con o sin ‘País del Búho’ el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Murcia ya ha sentenciado y/o indultado a poblaciones concretas de flora amenazada, posiblemente con un fundamento basado en el desconocimiento total. Entonces, ¿qué se va a hacer al respecto si se declara la RB? Nada se ha dicho.
Se comprenderá mejor con varios ejemplos.
1.- Barlia robertiana. Durante mucho tiempo la orquídea gigante que localizó Gregorio Rabal en el Llano del Beal (Cartagena), en febrero del año 2000, fue objeto de visitas y admiración para botánicos y aficionados; era el único ejemplar conocido y vivo por entonces en el territorio de la Región de Murcia. Un lustro después, en 2005, se localizaron varios ejemplares, solitarios o en grupos reducidos, también en el Campo de Cartagena, y una población en las sierras prelitorales de Murcia muy importante y destacada, con centenares de ejemplares, que encontró Pepe Montijo en un lugar del Monte El Valle, aún hoy día fuera de los límites que establecen Parque Regional y LIC; hasta incluso el grupo más numeroso está fuera de la Microrreserva botánica propuesta en la zona [sic], por lo que su delimitación tampoco es precisamente muy acertada. No fue hasta 2007 cuando, en un rincón perdido del Puerto de la Cadena, o mejor dicho apenas visitado, agentes medioambientales detectaron un núcleo bastante numeroso de individuos que crecían en determinados pastizales de unos abarrancamientos margosos (de este lugar son los ejemplares de la primera fotografía de esta entrada). El seguimiento de flora protegida de la Administración regional del año siguiente, que de forma tan efectiva realizan los agentes medioambientales de la Brigada Móvil, detectó, muy cerca, la que es sin duda la mayor población de Barlia robertiana de la Región, enclavada en unos terrenos espectaculares de bad lands o subdesiertos, donde se contabilizaron 3000 ejemplares por censo directo y se estimaron más de 5000.
Pues este sensacional núcleo poblacional, que cuenta con miles de ejemplares, comprendidos en la zona de transición de la RB, tiene sus efectivos diseminados por Monte Público y, lamentablemente, la mayoría se encuentran en suelo urbano sectorizado, según el PGOU de Murcia, además en un Plan Parcial aprobado en Pleno del Ayuntamiento de Murcia en 2008. Seguramente, sólo la fortuna y el azar han querido que el grupo más numeroso de esta población haya sido permutado por el Plan Parcial como zona verde y que se haya incluido como terreno forestal no urbanizable en el PGOU pero, ¿qué ocurre con el resto? Varios centenares de ejemplares de una especie ‘Vulnerable’ del Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida (Decreto 50/2003, BORM núm. 131), en número claramente superior a los que propiciaron la propuesta de una Microrreserva botánica [o dos], a merced de una urbanización que tiene el visto bueno del Ayuntamiento.
2.- Biarum dispar. La primera población conocida de zamacuca en la Región de Murcia fue localizada también por Gregorio Rabal en el año 2000, muy cerca de la pedanía murciana de Los Martínez del Puerto (a esta corresponde el ejemplar de la imagen anterior). Aún se conserva, cada vez más deteriorada, porque la amenaza principal que afecta a la especie, la fuerte presión de las prácticas agrícolas derivadas de la implantación de nuevos cultivos extensivos e intensivos, en detrimento de los tradicionales de secano, ha venido produciéndose desde su descubrimiento. Por entonces, el reducido grupo de individuos conocido y la posible inmediatez de desaparición de éstos supuso que la planta fuese considerada ‘En peligro de extinción’ en el Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida (Decreto 50/2003, BORM núm. 131), categoría de protección que quizá hoy día ya no le corresponda. Tuvieron que pasar siete años para que, muy cerca, el biólogo de Torre Pacheco Fulgencio Sánchez Solana detectase la mayor de las poblaciones de zamacuca de la Región, en la que se estimaron 27000 ejemplares. Que la zona de este tan importante núcleo poblacional para la especie sea utilizada principalmente para la caza y que esté atravesada por una línea de alta tensión hacía pensar que su conservación podría estar asegurada. Pero, sin embargo, lamentablemente, también como la primera población, y a pesar de localizarse dentro del territorio que comprendería la RB, se encuentra en suelo urbano no sectorizado, según PGOU de Murcia, destinado a usos económico-dotacionales en grandes sectores.
3.- Achillea santolinoides subsp. santolinoides. La milenrama algodonosa, especie ‘De interés especial’ en el Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida (Decreto 50/2003, BORM núm. 131), aunque le correspondería -al menos- la categoría de protección ‘Vulnerable’, un excelente trabajo de Francisco Alcaraz presentado al III Congreso de la Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas (SeBiCoP) así lo evidencia, es un endemismo del sureste ibérico descrito en 1891 en algún lugar entre Murcia y Orihuela. En este territorio estuvo prácticamente desaparecida hasta hace 25 años cuando se localiza en el Puerto de la Cadena un grupo de individuos que, paradójicamente, no ha vuelto a encontrarse después, aunque fue buscada profusamente para el trabajo citado. Hay que esperar más de dos décadas a que el azar y la casualidad permita detectar de nuevo a esta rara planta en otro lugar distinto del Puerto de la Cadena. Sin esperarla, a punto de pisarla, aparece en unos bancales abandonados durante la tarde del 29 de enero de 2012 (la ramilla terminal con hojas de la fotografía anterior es de aquel día). Pues esta población, en la actualidad la única conocida en el municipio de Murcia, recordemos territorio donde se describió la planta para la ciencia hace más de 100 años, también localizada en el interior de la RB, en zona de transición, otra vez, lamentablemente, está en suelo urbanizable sectorizado según el PGOU de Murcia, además en los terrenos de un Plan Parcial aprobado en Pleno del Ayuntamiento en 2008. Cuando acabe la crisis o antes, da igual que otros Resort muy cercanos hayan sido un fracaso, el propietario de los terrenos, con el visto bueno del Ayuntamiento, puede roturar y después cubrir con cemento y ladrillo los cultivos tradicionales abandonados que ha recolonizado esta rara planta,’En peligro de extinción’ en la vecina Comunitat Valenciana y «Vulnerable» en la Lista Roja 2008. ¿Ofrece la RB alguna garantía para la conservación de la milenrama algodonosa? Difícilmente.
Para tranquilidad de muchos, ¿podría asegurarse que la Candidatura de Reserva de la Biosfera, defendida y publicitada a bombo y platillo desde el pasado 26 de diciembre de 2012, no será finalmente un simple distintivo o reconocimiento? Quizá, incluso, esta tierra no merezca una RB, por el menosprecio y desapego que a nuestros campos, sus edificaciones, costumbres y tradiciones se han convertido ya en seña de identidad desde hace décadas en este rincón del sureste peninsular. Hasta hoy mismo olvido y abandono son la triste condena que aplican los murcianos del siglo XXI, con sus dirigentes a la cabeza, a las que son nuestras propias raíces. Como ejemplo, en la imagen anterior, de 2010, la Ermita de lo Pareja, símbolo del esplendor agrícola de otra época, en el centro de un enclave de gran diversidad vegetal de los campos de Murcia. Venida a menos, ruinosa, a punto de derrumbarse (hace unas semanas se desplomaron las vigas de madera de la nave central y pronto será un montón de escombros), caerá, absurdamente garabateada de graffitis, completamente desconocida y olvidada, como si hubiese sido inexistente para los murcianos modernos, que ya no conocen la forma de vida de sus abuelos y viven casi totalmente desvinculados y sin afecto alguno a la naturaleza y tradiciones agrícolas de su entorno más cercano.
29 de enero de 2013 · Archivado en la categoría General, Personal
El clatro rojo, nombre científico castellanizado que se da a Clathrus ruber, o huevo del diablo, según la Guía de Hongos Micodes, es un hongo extraño y fascinante, propio de territorios cálidos y poco frecuente en la Península Ibérica, que podemos encontrar a comienzos del invierno en algunas sierras murcianas.
Las lluvias del pasado noviembre consiguieron despertar mi interés por las setas y, sobre todo, lograron que dejara de ser un ignorante casi al completo en la rama botánica de la micología. Sin embargo, entre los contados hongos que ya conocía estaba Clathrus ruber y recuerdo perfectamente cuando lo observé por primera vez [*]. Era diciembre de 2002 y visitábamos la Barlia robertiana del Llano del Beal, por aquel entonces el único ejemplar -conocido- de esta orquídea en la Región de Murcia. Y allí, muy cerca, casi escondido entre las hierbas, crecía una pequeña de estas rejas del diablo o vómito de bruja, como se llaman en Cataluña («rejes de diable» y «gita de bruixa», respectivamente). [*Respecto a lo indicado en este párrafo VÉASE NOTA IMPORTANTE al final]
Diez años, como los que habían transcurrido, son muchos e incluso me planteaba buscarlo. Pero el azar quiso que en una típica salida de campo de diciembre, en las que se anda mucho y se ven flores las justas, nos tropezásemos de casualidad con un grupo de tres ejemplares de este singular y pestilente hongo. Dos muy pasados y el de la fotografía, que se hizo teniendo como trípode al suelo, porque la hora, cercana al atardecer, y el lugar, un bosque cerrado y umbrío, obligaban a una exposición larga de más de un segundo.
Al día siguiente, por la mañana, volvimos al mismo lugar, a verlo de nuevo, y las moscas -más bien moscardones por su tamaño- eran numerosas sobre el clatro y, muy activas, se concentraban y detenían una y otra vez en el carpóforo, rebuscando con avidez, en todos sus recovecos, la ansiada carne putrefacta que engañadas ven y huelen pero que nunca encontrarán. Un espectáculo, orquestado por la evolución, que tiene un único objetivo, que el insecto se lleve las esporas.
Si este elaborado mecanismo de dispersión de las esporas, su forma, olor y nombres no resultan lo suficientemente atractivos como para buscarlo o prestar atención en diciembre y enero durante las salidas al campo dejo a continuación las observaciones que sobre la especie se hacen en La Guía Incafo de los hongos de la Península Ibérica, de Moreno, Manzón y Zugaza (1986): «conocida desde la edad media y utilizada en brujería. Su hallazgo en el campo era considerado como símbolo de mal augurio y quizá por ello, en algunas zonas, aparecen sus carpóforos pisoteados sin contemplaciones».
17 de enero de 2017:
Por confusión y/o determinación rápida en campo, aunque ni más ni menos que del [gran] botánico Pedro Sánchez Gómez, a quien acompañaba aquella mañana de diciembre de 2002, arrastré años [¡12 nada menos!] el error en la determinación de aquel hongo de pequeño cuerpo fructífero, rojizo, enrejado y maloliente, del Llano del Beal y que creía mi primera observación de Clathrus ruber.
En marzo de 2014, muy cerca, aunque no lo iba buscando, pude detectar a aquel hongo de nuevo y fotografiarlo (imagen anterior), también en las proximidades de la carretera minera RM-F 42, en el interior del Parque Regional de Calblanque, Peña del Águila y Monte de las Cenizas. Surgió la duda, y al comprobarlo cambió por completo la determinación, se trataba del colo rojizo (Colus hirudinosus).
No me sorprende la confusión y/o determinación rápida en campo del Catedrático de Botánica, porque nadie es infalible, ni siquiera los expertos, y además porque, poco después de la identificación correcta, me planteé la siguiente reflexión, basada en qué podemos fallar si nuestra fuente de información es incompleta, o nos puede conducir a equivocación:
En definitiva, “moraleja”, revisa, no importa cuando, cualquier duda botánica que surja y, muy importante, también, corrige ésta si corresponde, soluciona el error si se ha producido, sobre todo evita que se encadene y multiplique: es fundamental rectificar cualquier posible origen de incertidumbre y confusión posterior.
19 de diciembre de 2012 · Archivado en la categoría General
Este mismo año podía leerse una breve nota en este blog donde se daba a conocer una publicación en la revista científica Flora Montibérica que trataba sobre vinagrillos de flores rosadas en Murcia. En esta, principalmente, se recopilaban datos sobre la distribución en nuestra Región como naturalizados (adventicios) de dos especies (Oxalis bowiei y O. debilis) y, además, se destacaba la confusión existente hasta entonces con otra (O. articulata) en las dos únicas referencias anteriores de estos singulares y bastante desconocidos vinagrillos.
Sin embargo, ese tipo de publicaciones quedan en la mayoría de los casos ahí, a veces ininteligibles y sobre todo lejos del público en general, sólo útiles para botánicos y muy puntualmente.
Por eso resulta tan importante el reportaje de Pepa García de ayer martes 18 de diciembre en el suplemento central Nuestra Tierra del diario La Verdad, titulado Vinagrillos rosas, unos auténticos desconocidos. Porque llega a mucha más gente, con un lenguaje sencillo, sin la terminología que convierte en aparentemente farragosos a los textos botánicos y, al fin y al cabo, consigue con más eficacia el objetivo buscado, que no sean prácticamente unos auténticos desconocidos.
28 de noviembre de 2012 · Archivado en la categoría General
En la Región de Murcia la temporada de setas es muy corta, apenas dura unas semanas en el mes de noviembre, si las lluvias acompañan y el calor, viento y heladas no lo impiden. Si el año no es malo, con suerte, pueden cogerse los primeros guíscanos (Lactarius sp. pl.) ya en la última semana de octubre y la florada puede prolongarse hasta la primera quincena de diciembre. El lugar más indicado, sin duda, es la comarca del Noroeste murciano.
Como en este lluvioso otoño de 2012 se han acumulado, en dos meses, desde finales de septiembre, más de 200 litros por metro cuadrado en cualquier punto de las sierras prelitorales murcianas, el suelo está muy húmedo. Además aún no ha hecho frío, ni hemos tenido días de viento, perfecto para ver setas a cada paso y, sobre todo, para salir al monte a coger guíscanos, que bien cerca de la ciudad de Murcia también los hay.
Con esa intención nos acercamos el pasado lunes a un pinar concreto del Parque Regional El Valle-Carrascoy, prácticamente al lado mismo de casa. Eso sí, fueron claves las indicaciones que nos dieron, suficientes para intentarlo, al menos para no ir a ciegas. La abundancia de este año y seguramente la suerte del principiante hicieron el resto, ¡los encontramos!, a pesar de que la zona se veía frecuentada y rebuscada. Y uno de los primeros, a minutos de dejar el coche, fue el anterior, un guíscano rojo o de sangre (Lactarius sanguifluus) bien sano, que extraje completo, incluido el pie, para la fotografía.
Sin embargo, los guíscanos o níscalos como se les conoce en Murcia, nízcalos, mízcalo, mizcle, rovellón, rebollón, etc. en otras zonas de España, son principalmente de la especie Lactarius deliciosus, comunes durante el otoño en los pinares de toda la Península Ibérica. Pero en la Región podemos encontrarnos también este otro de las imágenes, L. sanguifluus, algo menos frecuente por ser más termófilo y también excelente comestible, aunque de mejor sabor y consistencia.
Por lo general los guíscanos, ambas especies, se «esconden» muy bien entre la pinocha, mucho más que los de las siguientes fotografías, y hay que tener bien entrenado el ojo y saber dónde buscarlos. Pero no hay que desistir en el intento, por muy inexpertos que nos consideremos, porque no son raros, sino comunes, aunque pueda parecer lo contrario, solamente ocurre que estas setas están sobreexplotadas.
Su porte es muy característico, tanto como su coloración, anaranjada en Lactarius deliciosus y rojiza, más pálida y a veces verdosa en L. sanguifluus. El pie del siguiente guíscano no deja lugar a dudas de la especie que se trata. Precisamente porque son fáciles de identificar se recolectan casi como ninguna otra en esta región tan micófoba y poco aficionada, en general, a coger setas.
Y si aún tuviésemos dudas estas se desvanecerán una vez los cortemos y manipulemos. En el mismo corte apreciaremos en el pie una circunferencia anaranjada o rojiza y cuando los tocamos los dedos quedarán impregnados de un líquido algo viscos (látex) del mismo color. La primera característica se aprecia bien en la siguiente fotografía y la segunda la comprobaremos en nuestras manos, directamente en el campo, frotando cualquier parte de la seta.
30 de octubre de 2012 · Archivado en la categoría General
Si llueve a final del verano, en las dos últimas semanas de septiembre, por ejemplo, el otoño nos regalará otra primavera florida antes de que acabe el año. En mi memoria lleva ya mucho tiempo grabada una fecha clave, perfecta para ver en todo su esplendor a la flora serotina, en la franja costera oriental de la Región de Murcia: el 12 de octubre, día de la Hispanidad.
Después de dos años en los que el comienzo del otoño fue muy seco, y nefasto para disfrutar de la segunda primavera mediterránea, a la tercera fue la vencida. ¡Al fin! Miles de narcisos de otoño (Narcissus obsoletus, antes N. serotinus) estaban esperando, como las plantas del desierto, a las abundantes lluvias que se dan en un momento concreto, y tras el verano además es perfecto, porque también acompañan temperaturas suaves. Una situación otoñal, pero equiparable a la primavera, que se repite de forma recurrente, aunque irregularmente, en este rincón del Mediterráneo occidental, ¿quizá 3 o 4 veces en una década?. Entonces, miles de bulbos, la mayoría aletargados en las bolsas de suelo, así permanecieron en los dos otoños anteriores, captan la señal que dispara un desarrollo rápido, explosivo, que concluye en una floración casi totalmente sincronizada, que ocurre ¡en sólo 12 días!.
Son tantos los narcisos que florecen en un corto intervalo de tiempo que pueden verse algunos con siete pétalos por mera probabilidad, e incluso otros, mucho más raros, de ocho piezas. Seguramente fotografiar uno de estos últimos es comparable a encontrar un ‘trébol de cuatro hojas’, ¿traerá también suerte?
En otoños como este, cuando se produce esta impresionante floración de narcisos, hay que probar suerte y buscar una discreta y bastante esquiva planta también otoñal, la rara Scilla autumnalis. Durante prácticamente un siglo pasó desapercibida entre los ejemplares de otra especie muy similar del mismo género, más abundante y distribuida, la S. obtusifolia. Tan fácil es la confusión posible entre ambas que el botánico cartagenero Jiménez Munuera, que la cita por primera vez en las sierras de Cartagena, como Scilla autumnalis, en 1903, es consciente del error con S. obtusifolia y lo corrige muy pocos años después, en 1908. Pero, curiosamente, sin reparar en que también crecía la primera en territorio cartagenero. Quizá por esta facilidad de confundirlas, y porque casi que una ‘oculta’ a la otra, no fue hasta 1997 cuando se confirmó Scilla autumnalis en la Región de Murcia, donde aún son contadas las localidades conocidas.
Las dos escilas florecen generalmente sin hojas y casi al mismo tiempo, aunque quizá Scilla autumnalis lo haga un poco antes y requiera de menores precipitaciones previas. Con las hojas, que algunos ejemplares pueden tener durante la floración, casi ocultas en la base de la inflorescencia, desarrolladas de forma muy incipiente, no hay posibilidad de duda, si son lineares acabamos de encontrarnos con la especie más rara del género en Murcia. Y eso ocurrió el pasado 10 del 10, en el Parque Regional El Valle. Después de recorrer el trayecto desde el Albergue al Depósito [de agua] El Valle, y ver centenares y centenares de narcisos de otoño, nos encontramos, ya al caer de la tarde, sobre las siete, varios grupos de una Scilla que apuntaba a S. atumnalis, por el tamaño de las flores y coloración violácea azulada de éstas, que no eran moradas, algo mayores y más numerosas como en S. obtusifolia. Apenas hubo que buscar mucho entre la pinocha para ver las hojas, casi recién salidas del bulbo. Y no había duda, confirmaban a S. autumnalis, que no había sido indicada antes en las sierras prelitorales murcianas. Este es el pliego recolectado (clic aquí) para el herbario de la Universidad Politécnica de Cartagena (Herbario UPCT).
En este otoño primaveral tenía que acercarme también, sí o sí, a la Isla del Ciervo, enclave cartagenero que despertó en mi adolescencia el interés por las plantas, y al que sólo había vuelto en una ocasión desde que no está conectada por carretera con La Manga del Mar Menor. Concretamente estuve el 10 del 10 del 10 y me encontré la isla convertida en un desierto de piedra y sus suelos, ricos en bulbosas, secos y polvorientos. Tenía que borrar esa imagen de la isla de mi memoria y este otoño parecía perfecto para verla en todo su apogeo otoñal, ya que, si no me equivoco, cuando la vi así por última vez fue en 1997, hace nada menos que 15 años, se dice pronto. Lamentablemente en este extremo sureste del sureste de la región del sureste peninsular tuvo que llover menos, o quizá no lo suficiente, porque apenas habían flores de narcisos y escilas de otoño (Narcissus obsoletus y Scilla obtusifolia), nada siquiera parecido con la floración que esperaba y recordaba y que, pocos días antes, pude ver en el Cabezo Ventura, a escasos 16 km hacia el oeste, y en las sierras prelitorales.
Sólo algunos rodales de S. autumnalis, mayoritariamente en fructificación temprana, con hojas, y del raro ranúnculo o botón de oro de floración otoñal (Ranunculus bullatus), al que no veía ni fotografiaba desde 1997, atestiguaban que, al menos, este octubre no era extremadamente seco, como el los dos anteriores. Pero habrá que volver.
6 de octubre de 2012 · Archivado en la categoría Meteorología
Hacía tiempo que en la Región de Murcia los ríos no bajaban crecidos ni «salían las ramblas». En nuestra corta memoria ya estaban casi olvidadas las peligrosas riadas que originan las lluvias torrenciales propias del otoño en el levante peninsular.
Los modelos apuntaban un día clave para la «gota fría», el 28 de septiembre de 2012. Una fecha en la que se repetiría el fenómeno meteorológico que ocasiona la peor catástrofe natural que sufren recurrentemente quienes habitan esta tierra.
En previsión de esta situación de «gota fría», que concretaban modelos, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emitió aviso especial por precipitaciones intensas y tormentas y activó avisos meteorológicos por riesgo importante (nivel naranja) en todas las provincias litorales del sureste peninsular, desde Málaga hasta Valencia. El mismo viernes 28 se activa el aviso rojo por riesgo extremo de precipitaciones en una hora en Málaga, donde ya se habían producido las primeras lluvias torrenciales, antes del amanecer.
Sin embargo, el aviso rojo, que supone el máximo de alerta meteorológica para las autoridades locales, no se activaría en ningún momento para la provincia de Murcia, aunque habría correspondido en la zona ‘Valle del Guadalentín, Lorca y Águilas’, con código 733004 en el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Meteorología Adversa de AEMET. Los acumulados de precipitación en 12 h y 1 h superaron con creces los umbrales de meteoalerta en Puerto Lumbreras y Lorca, establecidos para la zona en 180 mm/m2 y 60 mm/m2, respectivamente.
La «gota fría» o Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), término más correcto para el fenómeno meteorológico que afectó al sureste el viernes 28, alimentada por la humedad del huracán NADINE, que llegó a estar muy próximo a la Península Ibérica días antes, generaba en su frente activo un potente y organizado sistema de nubes de gran desarrollo vertical, en su avance hacia el Mediterráneo por el estrecho de Gibraltar y Alborán.
Tal y como se había pronosticado en el mapa de alertas de tiempo severo se constituyó un Sistema Convectivo Mesoescalar (SCM) entre Almería y Murcia que descargó con fuerza en Lorca y Puerto Lumbreras, dejando importantes registros de precipitación en la Cuenca del Segura. Sobre las 13 h (15 h local) el SCM, que ya había dejado atrás la comarca del Alto Guadalentín, se mostraba nítidamente a modo de triángulo invertido sobre la capital murciana en las imágenes de satélite de EUMETSAT y en las reflectividades del radar de AEMET.
En su avance hacia el Mediterráneo la DANA deja «cantidades muy importantes de precipitación en numerosos puntos», como señala AEMET en su descripción de la situación sinóptica, y especialmente en las dos zonas más afectadas, en Malaga y en Murcia (MU) y Almería (AL), provincias estas últimas en las que destacan los siguientes registros, en mm/m2.
Estación meteorológica
|
12 h
|
1 h
|
hora |
Puerto Lumbreras (MU) [centro urbano] |
212 |
119,6 |
13:10 |
Cuevas de Almanzora (AL) [embalse]
|
192,6 |
98,7
|
13:00 |
Rambla de Nogalte (MU) [cabecera] |
160
|
81,6 |
13:00 |
Por fortuna, las infraestructuras hidráulicas de defensa contra avenidas cumplieron su papel casi a la perfección para contener las aguas del Río Guadalentín, el río de barro de los árabes, durante «el mayor episodio de lluvias conocido en la historia de la Región de Murcia», cuya magnitud fue comparada por las autoridades Presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y Alcalde de Lorca a la histórica riada de Santa Teresa de 1879.
En los días siguientes se iban conociendo más detalles de los efectos devastadores de las lluvias torrenciales que ocasionaron la que sería, al menos, la mayor riada desde 1973 y en la que las aguas se cobraron la vida de 10 victimas en Murcia y Almería, una de ellas en el Paso de los Carros, en la fotografía anterior, tal y como se presentaba el 29 de septiembre de 2012. Una imagen que seguramente tardará mucho tiempo en repetirse.
25 de septiembre de 2012 · Archivado en la categoría General
No tengo claro como conocí que existía esta palmera de 13 brazos de La Palma. Quizá fue en algún programa de la televisión autonómica Canal 7 Región de Murcia (7RM), tristemente recién desaparecida, o bien sólo atrajo mi mirada, porque puede verse circulando en coche –aunque con dificultad– desde la Calle de Emilio Castelar, travesía en la que se convierte la carretera MU-311, que llega a este punto proveniente de Pozo Estrecho.
Esta fotografía de mi vieja y ya retirada de uso Nikon CoolPix 5700 fue tomada durante la mañana del 15 de agosto de 2007. Entonces, hace cinco años, era la primera vez que veía a esta singular palmera, de la especie Phoenix dactylifera, y que se encuentra en la Plaza García Vaso de la diputación cartagenera de La Palma, frente a la Ferretería Escribano.
Cómo es lógico me impresionó, pero no llegué a darle la importancia que se merece –y no tiene–, salvo para los palmesanos. Hasta que Mercedes Aranzueque, de la Asociación UNESCO La Cultura del Oasis, a quien le sorprende que esta palmera no sea muy conocida, me transmitió su entusiasmo en estas grandes hierbas arborescentes, de silueta omnipresente en los vergeles del mundo, y en concreto en este magnífico ejemplar. Porque no sólo es una palmera única, sino que sería equiparable a la famosa Palmera Imperial del Huerto del Cura, símbolo e hito turístico del palmeral de Elche, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.
Así, muy interesado en conocer cuantos detalles pudiera de la palmera de 13 brazos La Palma, llamé a la ferretería y me remitieron a Rafael Ortega, trovero palmesano que se conoce la historia del pueblo y sus rincones como la palma de su mano. Me contó Rafael, que tenía una bodega donde ahora está la Ferretería Escribano, que la palmera la plantó Antonio González Martínez, «el jardinero», en los años 50 o 60, por petición expresa del alcalde pedáneo de aquella época, Antonio Bolea Barrancos. Que durante una tempestad cayó una chispa o un rayo sobre la palmera y la copa principal quedó destruida, tanto que parecía que se iba a secar, hasta que al tiempo le salieron los 13 brazos [parece que simultáneamente] que tiene y conserva hoy día. Esto ocurrió así, no es ninguna historia que circule entre los palmesanos, porque la vecina María Rosario Hernández Salas vio lo sucedido. Además, me contó Isabel Pérez Baños, la mujer del ferretero Escribano y que actualmente se ocupa de la ferretería, que fue su marido quien hizo el primer soporte que sujetaba los brazos de la palmera, el que puede verse en la imagen y al que le veo como único inconveniente que descansa sobre el tronco, pero que desde luego la mostraba en todo su esplendor mucho mejor que el actual.
Apenas unos meses después de mi visita la Plaza García Vaso fue remodelada y se construyó «una estructura metálica especial para asegurar la palmera multibrazo existente y evitar riesgos de rotura y caída». Esta estructura, la nueva pavimentación y el edificio de línea moderna levantado a escasos 30 metros le restan bastante encanto al entorno de la palmera de 13 brazos de La Palma, un ejemplar único que, como poco, debería ser más conocido.
De modo que si con estos párrafos logro despertar un mínimo interés en esta excepcional palmera y animo a visitarla puede darse mi objetivo como cumplido.
25 de agosto de 2012 · Archivado en la categoría Meteorología
Este verano de 2012 está resultando especialmente caluroso. Contaba Maldonado en su blog de eltiempo.es, ya el martes 7 de agosto, curiosamente un día agradable para la época en la Región de Murcia, que volvería a apretar el calor y que por tercera vez avanzaría, desde el sur, una masa de aire cálido procedente del norte de África, que además permanecería estancada sobre España varios días.
Así lo apuntaban también los modelos, a poco más de 48 horas del momento álgido, que tendría lugar el viernes 10 por la tarde. Iba a producirse la ola de calor más intensa del verano y de tal magnitud que incluso GFS pronosticaba una excepcional ISO 30 a 1500 m de altitud.
Hasta tal punto el calor sería tan intenso que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emitió aviso especial por ola de calor y activó avisos meteorológicos por riesgo extremo en 16 provincias. Aunque el aviso rojo tardó en llegar, hasta la misma mañana del viernes 10 de agosto, la Región de Murcia permanecería con aviso por riesgo extremo durante tres días, hasta el domingo 12.
Durante los tres días, como estaba previsto, se superaron ampliamente los 40 ºC por el interior regional y se rebasaron en numerosas estaciones los 42 ºC, alcanzándose máximas que rondaron los 45 ºC, como en Archena (Meteoclimatic), con 44,8 ºC, o incluso los superaron por décimas, como en Alhama de Murcia Finca Comarza (AEMET), con 45,4 ºC. Además, durante esta ola de calor se batieron los registros de valores extremos de temperatura máxima absoluta para un mes de agosto, en los tres observatorios de la red principal de AEMET en la Región de Murcia, el valor extremo absoluto (**) en las estaciones del interior y el valor extremo del periodo 1971-2000 (*) en la estación litoral.
Estación meteorológica
|
día 10 |
día 11 |
día 12 |
Alcantarilla Base Aérea (7228) |
44,6 (**) |
43,9 |
44,1 |
Murcia CMT Guadalupe (7178I) |
42,8 |
43,2 (**)
|
42,6 |
San Javier Aeropuerto (7031) |
37,4 (*)
|
34,6 |
34,3 |
Como consecuencia de las altas temperaturas también se produjeron varios reventones cálidos o «heatburst«, en distintos días y lugares de la geografía murciana durante la ola de calor, que vinieron acompañados de grandes polvaredas y fuertes vientos. En el que afectó a las pedanías murcianas de Sangonera la Verde y El Palmar se registró la racha de viento máxima histórica de la Región de Murcia (no oficial), de 127,1 km/h, en la estación meteorológica automática de la Asociación Meteorológica del Sureste (AMETSE) del Pico Relojero. Otro de estos reventones cálidos, el de la tarde del día 10, fue el causante del desconcierto en los conductores que circulaban por la Autovía del Mediterráneo (A-7) y que se vieron implicados en un choque en cadena de 8 vehículos.
5 de septiembre de 2012:
Como todo apuntaba, agosto de 2012 ha finalizado como el más cálido en Murcia desde que se tienen registros climáticos (70 años). Así lo ponía de manifiesto Luis Bañón, meteorólogo del centro territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), en la televisión autonómica canal 7 Región de Murcia.
Concreta además AEMET que en este mes de agosto, extremadamente cálido en la Península Ibérica, «las temperaturas medias mensuales superaron en más de 2º C a los valores medios normales en la mayor parte de la mitad sureste peninsular, alcanzando las anomalías térmicas positivas valores por encima de los 3º C en amplias áreas de Navarra, Aragón, Cataluña, Murcia y sureste de Castilla-La Mancha».
Para finalizar el número de noches tropicales, aquellas en las que la temperatura mínima no desciende de 20ºC, de este verano de 2012, en dos de los observatorios meteorológicos de la red principal de AEMET: 76 en Murcia y 63 en Alcantarilla. Estos valores, al menos en el caso de la primera localidad, superan de largo los registros del verano extremo de 2003, el más cálido en la Península Ibérica y en el que se alcanzaron las 60 noches tropicales en Murcia, por entonces el máximo de su serie y muy por encima de la media del periodo 1971-2000, establecida en 28,7, tal y como lo recoge y destaca AEMET en su Resumen de extremos climatólogicos en España.
8 de septiembre de 2012:
José Miguel Viñas (@divulgameteo) se hace eco de las 76 insufribles noches tropicales del verano de 2012 en Murcia (clic aquí para escuchar audio) en su sección El tiempo del tiempo del programa No es un día cualquiera, que dirige y presenta Pepa Fernández.
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