Flora de Murcia
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20 de noviembre de 2016 · Archivado en la categoría General
El Cabezo Gordo de Torre Pacheco nunca defrauda en otoño (después de lluvias importantes) a los botánicos o aficionados a la botánica. Entre piedras, escondido, prácticamente invisible, se encuentra la joya botánica del espacio natural: el chumberillo de lobo (Caralluma europaea), especie emblemática de la flora murciana, protegida por la normativa regional vigente, «Vulnerable» en el Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida de la Región de Murcia y considerada como «En peligro de extinción» en la Lista Roja de la Flora Vascular Española.
Hasta sorprende que, en este Paisaje Protegido, pueda puede observarse sin mucha dificultad, en los pedregales, junto a pequeñas rocas, o en fisuras de las más grandes, donde tiene claramente su nicho ecológico en este territorio semiárido murciano. Bastará pasear y prestar atención, por cualquier sendero de la vertiente sur o de solana del cabezo, de camino a la Cueva del Agua o a la Sima de las Palomas, por ejemplo, al pie de laderas dominadas por un matorral –especialmente muy representativo– de cornical (Periploca angustifolia), que es hábitat de interés comunitario –muy raro y prioritario– según la normativa europea o Directiva Hábitats.
La fecha parece bastante clara. Si ha llovido previamente, al menos 20-30 litros por metro cuadrado, los tallos del chumberillo de lobo se recuperarán del verano, y en su extremo aparecerán botones florales, que se abrirán a mediados-finales de noviembre, sobre el día 20, momento del año que es perfecto para ver y fotografiar en floración a esta singular especie, exclusiva de Murcia y Almería en Europa continental, como demuestran tres buenos ejemplos, los otoños de 2014, 2015 y 2016; es evidente que se trata de una –regularmente– visita obligada, que casi con total seguridad hay que realizar o repetir en la última semana completa de noviembre.
31 de octubre de 2016 · Archivado en la categoría General
Otoño es ese periodo del año en el que botánicos y aficionados permanecen alerta o completamente despistados para observar esas muchas veces «plantas invisibles», que por algún motivo u otro resultan especialmente esquivas (por floración efímera y/o irregular en tiempo y número de individuos, por poblaciones muy localizadas, etc.). Algunas de estas regularmente difíciles flores serotinas murcianas serían: Crocus serotinus (azafrán silvestre), Ranunculus bullatus (ranúnculo de otoño), Sternbergia colchiciflora (azafrán amarillo) y la protagonista de esta nota: Merendera filifolia (quitameriendas, cástamo).
Si consultamos Anthos (Sistema de información sobre las plantas de España) comprobaremos que este raro quitameriendas en el sureste ibérico está distribuido principalmente en las Islas Baleares y suroeste peninsular, con una única población intermedia entre estos dos disyuntos núcleos poblacionales, en la Región de Murcia. Se da la particularidad de que no sólo por esta distribución aislada y puntual es interesante la población murciana de Merendera filifolia, sino también porque, hace más de 100 años, fue la primera localidad confirmada en la Península Ibérica.
Apuntó esta circunstancia el botánico Carlos Pau, en la misma nota del boletín de la academia de geografía botánica de 1904 en la que cita en Cartagena a la Callitris quadrivalvis [el ciprés de Cartagena o sabina de Cartagena (Tetraclinis articulata)] como nueva para la flora de Europa, donde se hace referencia a «Merendera filifolia Cennb., admitida con duda entre las plantas españolas y hoy [en alusión a entonces, hace más de un siglo] demostrada su existencia». Se trataba de plantas de la localidad –que aún se conserva y puede visitarse– de Los Nietos (Cartagena), que le muestra Francisco de Paula Jiménez Munuera y este cita en su trabajo sobre Las plantas de Cartagena: «abunda en las lomas y terrenos incultos próximos al caserío de Los Nietos».
En esta primera localidad murciana y también en algunas otras, comprendidas o incluidas en la población de la especie al sur del Mar Menor, «crecen miles de individuos», tal y como se indica en la Guía del Mar Menor y su área de influencia, de 2009, en los montes que rodean a Los Belones (Cartagena), «en los cabezos de Mingote, de Roca, de Relenco y del Sabinar». Además, con posterioridad, a la población marminorense se suman otros varios miles de ejemplares de una nueva localidad, relativamente reciente (de 2011), en La Loma del Mar de Cristal, indicada por Gregorio Rabal, excelente conocedor de la flora del entorno del Mar Menor y del Campo de Cartagena, que es especialmente destacada por su ingente tamaño poblacional. Y, sin embargo, este gran grupo de ejemplares resultó literalmente invisible, por los motivos explicados, en los [al menos primeros] estudios ambientales del plan parcial que contempla en la zona el Plan General Municipal de Ordenación de Cartagena, a pesar de la extensión que ocupan, abundancia y vistosidad de las plantas durante la floración.
11 de septiembre de 2016 · Archivado en la categoría General, Personal
Remontándonos en el tiempo muy atrás, estaba acabando noviembre de 2015, hace diez meses, finalizado el congreso organizado por ANSE y la Facultad de Biología, en el fin de semana inmediatamente siguiente, fue buen momento de plantar las primeras flores en una [mi] parcela del Huerto de ocio de Aljucer, un espacio o zona verde municipal del programa «Huertos de ocio» del Ayuntamiento de Murcia.
La primera flor, y fundamental, fue un vinagrillo de flores rosadas, concretamente Oxalis bowiei, del grupo de ejemplares naturalizados-adventicios del Puerto del Garruchal que en su día me había indicado el Agente Medioambiental Pepe Moya. Esta planta tiene un significado especial porque, curiosamente, siendo tan común, omnipresente y conocida otra especie con flores amarillas en la Huerta, «resulta paradójico que aquí, en Murcia, en la que podría denominarse la tierra del vinagrillo, crezcan otros vinagrillos de flores rosadas y que hayan pasado tan desapercibidos» [¿Los conoces? Podría ser que no…]. Así que, después de haberlos buscado y estudiado (se publicó sobre ellos un artículo científico y un reportaje en prensa), sólo quedaba tenerlos plantados, del mismo modo que otrora hicieron algunos huertanos en sus huertos.
La segunda flor, necesariamente, tenía que ser la borraja (Borago officinalis), una planta igualmente muy huertana, pero tratada con desdén en la Huerta de Murcia del siglo XXI, hasta el punto de que en la actualidad es una especie realmente escasa y puntual. Pepe Sánchez Tomás conocía un –aún– grupo numeroso de borrajas en un bancal junto al Azarbe de la Tierra Roya de Beniaján, en el –prácticamente– mismo lugar donde las había plantado un huertano al menos hace cinco –y seguramente más– décadas. De allí proceden las cepas que crecieron y florecieron en abundancia en la parcela nº 35 del Huerto de ocio de Aljucer; aunque, curiosamente, muy cerca del huerto también crecían y crecen ejemplares (que bien merecieron ser el pliego número 3183 para el Herbario UPCT), plantados y supervivientes, también adventicios, incluso de flores blancas, de la variedad menos ruda y más agradable al paladar.
Por último, la tercera planta con flores, con miles de flores, fue un regalo, del biólogo Gabriel Pardo, que como la anterior, atrae a numerosos insectos polinizadores. La milenrrama (Achillea millefolium), floreciendo profusamente desde el final de la primavera hasta pleno verano, es habitual en determinadas huertas, aunque no tanto en las murcianas, que ha sido plantada, y se ha naturalizado (pudiendo ser y considerarse hasta mala hierba), por sus múltiples usos y aplicaciones medicinales, hoy día ignorados o en gran desuso local. Además de los auxilios que proporciona en el huerto una planta tan florífera, su presencia en la parcela es otro guiño a la flora silvestre, porque en la Región de Murcia, de esta especie, sólo se conoce un grupo de ejemplares espontáneos junto a una fuente en Sierra Espuña, que presentan la particularidad de vistosas flores (de lígulas) de intenso color rosado purpúreo.
Finalmente, otros motivos, realmente importantes, por los que un naturalista y botánico de profesión, casi siempre centrado en recorrer sendas y monte a través, en busca de las #floresdeMurcia, destina (y ya era hora) parte de su ocio en un huerto: 1) mi padre y mi abuelo fueron agricultores, 2) sin duda cultivar es inherente a la naturaleza humana, y queda pronto comprobado que poco puede ser más satisfactorio que «volver a la tierra» y –fundamental– 3) producir alimentos, ecológicos, algunos auténticas joyas, de sabor inigualable, como tomates, de variedades tradicionales, escasas o poco habituales, que tan amablemente facilita el gran profesor de biología José María Egea, artífice de la Red de agroecología y ecodesarrollo de la Región de Murcia, germen de iniciativas tan valiosas como Biomurcia y Del Campus al Campus.
Pero desde luego, sin olvidar, porque ha habido suerte, que:
18 de junio de 2016 · Archivado en la categoría General
Los siguientes son algunos de los nombres, extraídos de alguna publicación relevante y relativamente reciente sobre la flora de Murcia, de quienes son o han sido profesionales de la botánica en la Región de Murcia. Acompaña al nombre completo el acrónimo de los autores citados en Flora iberica, tal y como se indican en la obra.
Antonio Robledo Miras
Antonio Hernández González: A. Hern. (fl. 1996)
Antonio José González Garnés
Bruno Portillo Grau
Cristina Inocencio Petrel
Cristina López Romero
Daniel Portillo Grau
David López García
Diego Rivera Núñez: D. Rivera (n. 1958)
Encarna Carreño Sánchez
Encarnación Rodríguez García
Ernesto Coy Gómez
Esther Alcazar Patiño
Félix Carrillo López: A.F. Carrillo (fl. 1996)
Francisco Alcaraz Ariza: Alcaraz (n. 1958)
Francisco Javier Sánchez Saorín
Gemma López Vélez: López Vélez (fl. 1985)
Jesús Robles Sánchez
José Antonio Barreña Cayuela
José Antonio López Espinosa: López Esp. (fl. 2005)
José Antonio Navarro Cano
José Luis Cánovas Rubio
José Sebastián Carrión: J.S. Carrión (fl. 1986)
Josefa López Bernal: López Bernal (n. 1970)
Jorge Sánchez Balibrea
Juan Bautista Vera Pérez
Juan Francisco Jiménez Martínez: J.F. Jiménez (fl. 1999)
Juan Guerra Montes: J. Guerra (n. 1952)
Laura Aznar Morell
Lola Cánovas Marín
Mercedes Clemente Díaz
Miguel Ángel Carrión Vilches: M.Á. Carrión (fl. 2000)
Pedro Solano
Pedro Sánchez Gómez: Sánchez Gómez (n. 1961)
Santiago Fernández Jiménez: Fern. Jiménez (fl. 1996)
Segundo Ríos Ruiz: S. Ríos (n. 1961)
Seguramente no están todos los que son, pero son todos los que están.
Sólo dos (o tres) novedades o modificaciones, respecto al listado original publicado en una nota de noviembre de 2010, en los inicios de la página en Facebook Flora de Murcia. Por un lado, el formato subrayado, para destacar aquellos botánicos ilustres de nuestra época. Y por otro, dos meritorias incorporaciones, las del Agente Medioambiental Pedro Solano y el Catedrático de Producción Vegetal de la Universidad Politécnica de Cartagena Juan José Martínez, porque aunque la botánica no es, en sí, su ámbito profesional principal, la flora de Murcia y sus especies tienen mucho que agradecerles en el avance de su conocimiento y conservación.
14 de marzo de 2016 · Archivado en la categoría Orquídeas
La Sierra de Burete, en Cehegín, ubicada entre Sierra Espuña y las sierras del Noroeste murciano, sin grandes elevaciones ni cumbres calizas que la destaquen y permitan identificarla en el paisaje de la comarca, se caracteriza por su extenso bosque maduro, de aprovechamiento maderero centenario y distinguido antaño como Coto Real de la Marina. Esta formación boscosa, por fortuna monte público, es especialmente diversa, al tratarse de un enclave importante de nidificación para rapaces forestales y albergar poblaciones de orquídeas silvestres muy relevantes. Y como ejemplo, las imágenes de a continuación, una colección de fotografías representativa de las especies de la familia orquidáceas en Burete, ordenadas por época de floración y abundancia en la sierra.
Ophrys fusca s.l.
[O. lupercalis / O. forestieri]
(abejera oscura)
9-III-2016
Ophrys lutea
(abeja amarilla)
25-IV-2015
Neotinea maculata
25-IV-2015
Ophrys incubacea
25-IV-2015
Anacamptis pyramidalis
(orquídea piramidal)
9-V-2015
Aceras anthropophorum
(flor del hombre ahorcado)
9-V-2015
A las anteriores se suman, para completar el listado de orquidoflora de la Sierra de Burete (14 orquídeas), las siguiente: Epipactis tremolsii, Limodorum abortivum (orquídea violeta, limodoro violeta, planta hambrienta), Ophrys apifera (abejera, flor de abeja), Ophrys dyris, Ophrys scolopax (orquídea perdiz), Ophrys speculum (espejo de Venus), Ophrys tenthredinifera (abejera rosada) y Orchis papilionacea (orquídea mariposa). También, al menos, porque son muy probables: Cephalanthera longifolia, Epipactis kleinii y Orchis olbiensis (satirión manchado, orquídea macho).
31 de enero de 2016 · Archivado en la categoría General, Opinión, Orquídeas
Realmente, aún me sorprende, cuando de manera sencilla y rápida, en campo, obtengo buenos resultados captando en una imagen cualquier instante u objeto, con un dedo y sin necesidad siquiera de hacer clic, sólo presionando una pantalla. Fotografiar, editar y compartir prácticamente de forma inmediata. Algo habitual, que algunos hacemos (casi) a diario, porque nos fascina y engancha, y que hacen muy lejanos, pero no lo son tantos, aquellos años en los que esto, ahora tan simple, era tedioso, caro y se prolongaba en el tiempo. Entonces se podía imaginar, en la actualidad lo podemos disfrutar: ¡gracias tecnología! Y en esta entrada, a continuación, algunas de mis (muy) favoritas y más recientes fotografías con mi (todavía) nuevo dispositivo, a su (enorme) resolución completa (hay que hacer clic sobre ellas), con una breve descripción y/o historia al pie.
Chumberillo de lobo (Caralluma europaea), asclepiadácea cactiforme considerada «En peligro de extinción» en la Lista Roja de la Flora Vascular Española, con flores y polinizadores (moscas), en el Cabezo Gordo de Torre Pacheco, el 12 de octubre de 2015. Y aquí la misma especie, en otras dos fotografías, como ejemplo de lo indicado en el primer párrafo: en una «desconectada» página web, con la resolución de entonces, y en un tuit, con la mejor resolución posible de una «vieja» fotografía en papel y un escáner-impresora moderno.
Hembra grávida de camaleón común (Chamaeleo chamaeleon), en la carretera (se ve el quitamiedos en la imagen) que conduce a la Casa Forestal El Sequén y al Pico Relojero del Parque Regional El Valle, el 22 de octubre de 2015.
Inflorescencia de orquídea gigante (Barlia robertiana), en un paisaje abarrancado de «Bad Lands» casi desconocido del Puerto de la Cadena de Murcia, el 16 de enero de 2015. ¡A la tercera (en menos de quince días! fue la vencida!
Mariposa del Madroño (Charaxes jasius), lista para volar los cielos de Murcia, en el cortafuegos de la Sierra de la Cresta del Gallo (Parque Regional El Valle), el 23 de enero de 2016.
Y por último, porque es anterior que las precedentes y fue tomada fuera de la Región de Murcia, la diminuta orquídea Spiranthes spiralis, en las Campas de Olarizu, a las afueras de la ciudad verde de Vitoria-Gasteiz, el 2 de octubre de 2015, durante la visita al Jardín Botánico de Olarizu de la excursión del VII Congreso de Biología de la Conservación de Plantas.
20 de diciembre de 2015 · Archivado en la categoría General
The Region of Murcia is located on the south-east of the Iberian Peninsula (on image lower). It has an area of about 11,313 km2 and 250 km of coastline, with two seas, the Mar Menor coastal lagoon and Mediterranean Sea.
It is a very mountanious region, geologically situated in the morphologic unit of the Baetic Cordillera, where we can be recognize three zones or big sets of mountains alignments, from north to south: Pre-Baetic, Sub-Baetic and Baetic zone, all of them with clear orientation from south-west to north-east. In the inland of the Región de Murcia the highest points are Revolcadores, in Sierra Seca (2,014 m), Peña de Moratalla, in Sierra de Taibilla (1,968 m), Villafuerte (1,743 m), Mojantes (1,611 m), Espuña (1,583 m), Cambrón (1,529 m), El Gigante (1,493 m), El Carche (1,372 m), La Pila (1,266 m), Salinas (1,238 m), Cabezo de la Jara (1,247 m), Almeces, in the Sierra de Ricote (1,122 m), Carrascoy (1,056 m), etc. In the coastland the elevations of Talayón, in Sierra de Almenara (879 m) stand out, and Peñas Blancas in the mountains of Cartagena (625 m).
This heterogeneous relief is completed with the plains of the Campo de Cartagena, Huerta de Murcia, Campo del Cagitán, Llano de Tornajuelos, the corridor of Guadalentín’s valley, the fields of the Altiplano, etc. The hydrographic net is vertebrated by the valley of the Segura river, whose main tributary river in Murcia is Guadalentín. The rivers Alhárabe or Benamor, Argos, Quipar and Mula end in its right margin. At its left margin three important ramblas, del Judío, del Moro, Rambla Salada and Río Chícamo spill. Among the riverbeds that die directly to the sea, the ramblas of Ramonete and las Moreras end to the Mediterranean Sea and the rambla of Albujón ends to the Mar Menor coastal lagoon.
The main geological materials in the Región de Murcia are limestones and marls. The first ones preform most of the great heights (Noroeste mountain ranges, Espuña…) while the second ones are present at the hot basins of the inland (Mula, Abanilla…). Siliceous lands are predominant at the south-west quadrant (Aguilas and Lorca mountain ranges) and become very unusual at the rest of the region, where usually appear associated with the contact metamorphism (Sierra de Carrascoy, Cartagena mountain ranges). There are also some little mountains as a result of recent vulcanism, very punctual, distributed mainly at the coastal zone (for example, the islands of the Mar Menor area) and at the inland, but less frequenly. The same happens with the dolomitical sedimentary deposits, that are found occasionally and associated with great limestones heights (Sierra de Villafuerte).
As for as climate is concerned, this territory is identified by mild temperatures, even in winter, with an average of over 18ºC, and semiarid conditions, over 60% of the region, below 300 mm of annual precipitation. The exception is present at some localities in the inland mountains, mainly at the Noroeste area, where the orography is propitious, so the tempearature average is slightly lower and precipitations reach, in some places, up to 600 mm/m2 per year (Sierra de la Muela in Moratalla).
Finally, regarding some socio-economical facts, we can see the main factors that generate wealth in Región de Murcia such as tourism and agriculture (fruits, vegetables, flowers, olive oil and excellent wines). Taking into acount, the registered population in this territory, of about 1,335,792 habitants in 2005, we must consider that nearly the third part belongs to the capital, the city of Murcia (409,810 hab.), seventh metropolitan area of Spain.
[This brief description about the Region of Murcia was published on an article in ‘Journal Europäischer Orchideen‘ (2006). The map with UTM 10 x 10 km grid is a modification of a cartography of the ‘Lista patrón de la flora de Murcia’ (2009), based on a previous map of Jesús Robles]
[Este breve resumen sobre la Región de Murcia puede leerse en español, en el documento previo a la traducción al inglés del texto del artículo sobre las orquídeas de la Región de Murcia, España (2006)]
12 de noviembre de 2015 · Archivado en la categoría General, Meteorología
Gran jornada el domingo pasado 8 de noviembre de 2015 en Sierra Espuña, durante el XIV Meteoencuentro, con 44 amigos del ‘Meteochat‘, muchos de ellos también socios de AMETSE, que tuve la oportunidad de guiar ‘por las cumbres y el bosque centenario‘.
El grupo era numeroso pero fue muy puntual, todos estábamos a minutos del amanecer en el bar Jarro del Oro, poco antes de las 8 h. Y muchas curvas después –sobre las 9– arrancamos el recorrido previsto –de aproximadamente 7 km– por las cumbres de Sierra Espuña, desde el aparcamiento del Collado Mangueta (1382 m), para visitar los pozos de la nieve (los de Murcia, que abastecían de hielo a la capital), divisar las Paredes de Leiva y las montañas del sur y sureste que se dejaban ver y aparecían sobre el manto nuboso que nos acompañó toda la mañana (Sierra Nevada, Los Filabres, el noroeste Murciano, El Carche), hacer cumbre en la Morra de las Moscas o Morra del Majar del Puerco (1503 m) –tercera elevación que supera los 1500 m de la sierra– y continuar hasta el almuerzo en el Morrón de Alhama, junto a su vértice geodésico (1444 m), con el mar de nubes a nuestros pies.
Por las cumbres, los participantes, encontraron algunas (pequeñas, quizá las primeras) de las muy apreciadas setas de cardo (Pleurotus eryngii) y se detuvieron en los valles con arbolillos de arces de Montepellier (Acer monspessulanum), especie ‘En peligro de extinción’ en la Región de Murcia. Y por el bosque, en las parcelas del vivero principal de la reforestación centenaria de Ricardo Codorníu, el grupo pudo conocer el bosquete de pinsapos (Abies pinsapo), cuyos ejemplares también cuentan con más de 100 años, y el bosquete de ‘alerces africanos’, donde se encuentra el ejemplar de mayores dimensiones de la especie ciprés de Cartagena (Tetraclinis articulata) [alerce africano para Codorníu] en Europa, arbolillo emblemático de la flora española y [casi] exclusivo de Murcia. Después, a las 15:30 h, comimos un magnífico arroz (¡como siempre!) en el Restaurante Fuente del Hilo, situado en pleno corazón de la sierra, y finalmente –siguiendo el caño de trazado medieval– visitamos la Estación meteorológica Alhama – Huerta Espuña, en la vieja Casa Forestal (a 760 m), cuyos datos recopilan durante muchas décadas los agentes medioambientales, como observadores meteorológicos.
30 de septiembre de 2015 · Archivado en la categoría General, Personal
Nuestro mar, el mar entre tierras, el mar de los europeos latinos, el Mediterráneo: miles de lugares y enclaves únicos, junto a su orilla o en sus aguas, donde contemplarlo, donde detener el tiempo, aunque sea sólo minutos.
Así que, sin duda, ha sido toda una suerte que durante el verano de 2015 el Mar Mediterráneo me haya acompañado –con su proximidad– en numerosas jornadas de campo. Y fue prácticamente inevitable acercarse a él, antes o después del trabajo; para una fotografía, también para un baño rápido.
Por ejemplo, inmediatamente antes del seguimiento de sabina de dunas (Juniperus turbinata), en el Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, mientras esperaba a que hubiese luz suficiente para las fotografías; en la Playa de Torre Derribada, al amanecer, con el sol apenas rebasando las nubes que cubrían el horizonte.
Después de la segunda jornada en el Lomo de Bas buscando brezo blanco (Erica arborea), en una muy pequeña cala al medio día solar, con el mar calmado y sus aguas azules y transparentes; justo antes de comer en el [nuevo] chiringuito de la cercana Playa de Percheles de Mazarrón.
O en un rincón de la Playa la Carolina de Águilas, en el día del que fue último seguimiento de Scrophularia arguta al pie del Castillo de San Juan, con las luces suaves y sombras del atardecer, esperando a que pasasen algunas horas para volver y comprobar cuanto había endurecido la poxilina y se había secado la pintura del marcaje sobre las rocas.
Y de nuevo –por último– en la Playa de Torre Derribada, en San Pedro del Pinatar, igualmente –como en la ocasión anterior– a las pocas horas del amanecer, pero después del definitivo seguimiento de sabina de dunas (Juniperus turbinata), para el último baño del año y –de esta forma– aliviar algo el picor del ataque de varias decenas de muy agresivos mosquitos (Aedes caspius).
15 de agosto de 2015 · Archivado en la categoría Meteorología
El verano meteorológico de 2015 advertía pronto, incluso antes de comenzar, que iba a convertirse en un periodo especialmente cálido en Murcia, al menos con registros relevantes, cuando ya en mayo se produjo un excepcional tórrido día que superaba los 40 grados (41 ºC), a mitad del mes (jueves 14). Junio resultó igualmente caluroso en algunas jornadas, como tantas de mayo, que tuvieron su momento álgido el domingo 28, con 41,5 ºC.
Julio, que acumula las temperaturas medias y máximas más elevadas del año, no tardó en evidenciar que sería un mes en el que se alcanzarían y rebasarían los datos de valores extremos de las series de muchos observatorios del levante peninsular, incluidos los del Centro Meteorológico Territorial de AEMET en la capital del Segura, en Guadalupe, estación meteorológica de la ciudad de Murcia desde 1984. Los modelos (en la imagen anterior) adelantaron la canícula a la primera semana y previeron al martes 7 de julio como un día de calor intenso y excesivo, y así fue la jornada más calurosa de 2015, en la que se registraron 43,4 ºC.
Se superaron ampliamente los 40 ºC en buena parte del territorio murciano (en la imagen anterior) y del sureste ibérico, valor que fue alcanzado en tres jornadas más de julio, y otras dos en agosto, hasta el día 15, fecha [de esta entrada del blog y] habitualmente considerada punto de inflexión a partir de la cual suele (o puede) remitir el calor y producirse un cambio apreciable del tiempo. Es decir, el termómetro de las estaciones meteorológicas, incluidas las de aficionados (en la imagen siguiente), mantenía la cifra de los cuarenta grados y ésta se incrementaba décima a décima durante varias (muchas) horas de un total de 8 jornadas de 2015.
El resultado, hasta mediados de agosto: un mes de julio de valores extremos en temperatura media más alta (30,6 ºC), temperatura media de las máximas más alta (37,5 ºC) y temperatura mínima más alta (registro igualado de 26 ºC), con sensaciones térmicas extremadamente altas, 50 noches tropicales (por encima de los 20 ºC) consecutivas desde el 27 de junio, y de éstas 14 noches ecuatoriales (que superaron los 25 ºC).
El causante de esta situación meteorológica atípica: la irrupcción temprana y continuada de aire muy cálido africano, que se dispuso sobre la vertical de la Península Ibérica desde prácticamente finales de junio hasta la segunda semana de agosto, haciendo perdurar el calor intenso y excesivo durante un largo periodo en toda España. A la masa de aire muy caliente en altura se incorporó en repetidas ocasiones polvo de origen sahariano, arrastrado por el giro ciclónico de borrascas que se aproximaron a la península por el cuatrante noroeste, siendo destacada por extensión y duración de la calima la ocurrida a finales de la primera semana de agosto, cuando el cielo se tornó blanquecino varios días, que tuvo horas culminantes el viernes 7 de agosto (en la imagen siguiente).
Sin duda, 2015 y su verano extremo, muy duro, será recordado, y ocupará, meritoriamente, un lugar sobresaliente y destacado en las estadísticas y efemérides climatológicas.
10 de septiembre de 2015:
Finalmente, en el observatorio de la ciudad de Murcia, en Guadalupe, de la red principal AEMET, se superaron las 70 noches tropicales consecutivas durante el verano de 2015, registrándose 13 ¡horribles! noches ecuatoriales, entre el 25 de julio y el 13 de agosto.
16 de septiembre de 2015:
Según Roberto Brasero, ‘hombre del tiempo’ de Antena 3, Junio-Julio-Agosto no se han salido de la tónica de este año: el trimestre MÁS CÁLIDO desde 1880, según datos NASA:
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