La orquídea de dama (Orchis purpurea) fue vista por primera vez en la Región de Murcia hace 20 años, el 8 de mayo de 1993, a través del cristal de la ventanilla de un coche. Una observación casual de una planta que crecía en la cuneta de una carretera, la que conduce al Campo de San Juan (Moratalla).
Transcurrieron los años y se sucedieron las visitas, varias, y la fotografié en repetidas ocasiones, cómo no, con mi reflex Olympus, siendo el mejor resultado la anterior imagen, escaneada de la original en papel y que se tomaría algún día de abril o mayo de 1994, 1995 o 1996.
Fotografía en mano, en 1997, convertido ya en joven universitario, me atreví a mantener una breve conversación sobre la planta que tenía claro era Orchis purpurea con mi profesora de prácticas de botánica, Pilar Torrente, a la que no vi muy convencida con mi determinación y explicaciones… pero al menos me sugirió hablar con su compañero Pedro Sánchez Gómez. Así que me dirigí al final del pasillo de la cuarta planta de la Facultad de Biología, donde el profesor de fanerogamia tenía su despacho, y llamé a la puerta. Como estaba ocupado y su conversación por teléfono parecía no tener fin me acerqué al laboratorio de Diego Rivera, profesor de prácticas de mi amigo Pepe, también José Antonio López, que me acompañaba. Y al fin conseguí algo de atención botánica y la confirmación de mis sospechas, había determinado correctamente esta orquídea y no estaba citada en la Región de Murcia.
Durante los años siguientes se repitieron las visitas a la primera población detectada en territorio murciano de esta orquídea, en el poco conocido porque no está en los mapas Puerto de la Tía Lucía, incluso con los botánicos Francisco Alcaraz y Diego Rivera (1998) y Pedro Sánchez Gómez (2000); se recolectó material vegetal y se publico una pequeña nota a modo de adenda. Sin embargo, con el paso del tiempo, dejé de frecuentar la zona, al menos con la frecuencia casi anual de más de una década, aunque esto no significa que la planta y el lugar dejasen de ser particularmente especiales para mi. Así que hoy exactamente, veinte años después, tenía (teníamos, mi hermano y yo) cita obligada en los pastizales supramediterráneos de camino hacia el Campo de San Juan, para ver y fotografiar, de nuevo, a la orquídea de dama (Orchis purpurea). Eso sí, de forma muy distinta a las primeras veces, con cámara digital (fotografía anterior) y hasta con el smartphone, un Samsung Galaxy S III, para subirla prácticamente allí mismo (no había cobertura de datos) a Instagram. Por suerte, sólo la tecnología y la nueva carretera delatan que han pasado dos décadas, el lugar y las orquídeas siguen casi tal cual lo conocí por primera vez.