Qué difícil presente y futuro tienen los herbarios públicos de la Región de Murcia.
Y ese ha sido un motivo principal para finalizar de forma indefinida mi ánimo recolector, y también para cerrar mi colaboración, en los últimos tres años ciertamente sólo a modo de contribuciones puntuales, con el Herbario de la Universidad Politécnica de Cartagena. Simplemente ha ocurrido que he asimilado que la recolección, como actividad científica y profesional, debería de estar –al menos– oportunamente valorada, al mismo tiempo que suficientemente impulsada, y no sólo por uno mismo. No lo está, y ya, así, tampoco corresponde poner más esfuerzos e interés personal.
Un verdadero botánico tiene necesariamente un marcado ánimo recolector. Por tanto, ha sido muy importante para mi recorrido profesional la colaboración con el Herbario UPCT (2012-2017) y las especies/localidades de especial interés aportadas a su colección de plantas vasculares pic.twitter.com/8bTLTxpKYJ
— Jale sp. 🍀 (@jalesp) 21 de febrero de 2018
Recolectar es una práctica básica y la base fundamental de la ciencia Botánica. Por esto especialmente lamento la falta de valor, y que me falte impulso, para continuar recolectando. Mis 850 plantas vasculares herborizadas para la Universidad Politécnica de Cartagena son una aportación modesta en número, porque ha faltado intensidad. Pero he cuidado la calidad de las recolecciones, que se han centrado en especies y localidades de gran interés para un ámbito geográfico determinado y restringido a zonas y sierras concretas del sureste de la Península Ibérica. Y la información es completa y muy precisa, en fichas de herbario y base de datos.