No importaba que estuviese previsto casi prácticamente para día y hora, ni vivir la nevada ‘in situ’, porque sólo hay una palabra para aquellos magníficos momentos de nieve, por inusuales como extraños en Murcia: increíble.
Grandes copos cayeron en el centro de la capital regional y los murcianos disfrutaron como niños cuando trapeaba con intensidad en la plaza de la Catedral. Además, cuajó para mantener un paisaje blanco durante horas en las pedanías del sur de la ciudad, al pie de las sierras prelitorales de Murcia. Y entre estas localidades se encuentra El Palmar, mi pueblo, a 70 m s. n. m., donde una tan copiosa nevada no se repetía desde 1983. Cómo buen ejemplo la anterior fotografía, una imagen representativa de aquel fantástico miércoles 18 de enero de 2017, realizada cerca de una zona ajardinada de «Nuevo Palmar», próxima al cuartel de la Guardia Civil, con los edificios del Barrio de los Rosales y del Pabellón Universitario Virgen de la Arrixaca, al fondo. Cuatro centímetros de nieve cubren el suelo y los matorrales de salao de los campos.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) había emitido aviso por riesgo de nevadas durante la mañana del día 17 de enero: «En Baleares y el sureste peninsular los vientos del noreste, además de temperaturas bajas, aportarán humedad y precipitaciones en forma de nieve en cotas muy bajas pudiendo producirse ocasionalmente nevadas al nivel del mar en esas zonas«.
Los modelos meteorológicos lo apuntaban con antelación y, como la nevada iba a producirse en el entorno de la ciudad de Murcia, un muy buen lugar para recibirla era el Parque Regional El Valle, en concreto la Cresta del Gallo. A las 10 h del 18 de enero caían unos primeros y mínimos copos y, durante un tiempo –allí mismo–, parecía que de nuevo se nos esfumaba el fenómeno anunciado, el que es la mayor suerte meteorológica en nuestro territorio, hasta que –por fin– la nevada comenzó, con intensidad, sobre las 11:30 h, momento en el que, habiendo seguido la senda de los Carpi, nos encontrábamos –literalmente– en el interior de la Cresta del Gallo:
La nevada era realmente muy importante en el Parque Regional al medio día y, sobre las 12:30 h, las carreteras del espacio protegido se habían convertido en peligrosa pista de patinaje, con evidentes riesgos para circular en coche y permanecer en ellas estando ya tan transitadas y en tales condiciones; aunque realizamos una última parada imprevista, en el «bar de la balsa»:
En el inicio de la tarde continuaba la nieve intermitente y persistía la nevada, que invitaban a una ruta más amplia, a pie, desde el mismo pueblo hasta las ruinas árabes del cercano y milenario paso entre montañas. Caminando en dirección al puerto de Cartagena, en todo momento rodeados de nieve, cada mirada al horizonte ofrecía un sorprendente frío paisaje blanco:
El tramo final de ruta elegido fue el que termina en el Castillo del Portazgo Superior, palacio fortificado del emir árabe de Murcia Ibn Mardanís (el «Rey Lobo»), en la imagen, sobre las 17 h, desde donde –con una perspectiva amplia– se podía grabar en la memoria y fotografiar la nevada en el Puerto de la Cadena.
Además, algunas plantas que encontramos entre la nieve también quisieron regalar pequeñas grandes sorpresas:
Orquídeas y nieve… ¡no se me ocurre mejor combinación! #NieveEnMurcia pic.twitter.com/4MBwYG3Ffh
— J. A. López Espinosa (@jalesp) 18 de enero de 2017
Finalmente, por último, enlazar aquí a las portadas del diario La Verdad del día siguiente, sobre aquel histórico 18 de enero de 2017 en el sureste peninsular (informe AEMET Murcia), por el que el periódico de mayor tirada regional abría con fotografía –a página completa– de la nieve en Murcia y Cartagena. Entonces, el día 19 de enero, cuando la prensa destacaba la nieve como gran noticia en las dos grandes ciudades de la Región, se producía una nevada muy importante en el Noroeste murciano, como había advertido el aviso rojo de AEMET para la comarca.