Flora de Murcia
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28 de febrero de 2018 · Archivado en la categoría Opinión, Personal
Qué difícil presente y futuro tienen los herbarios públicos de la Región de Murcia.
Y ese ha sido un motivo principal para finalizar de forma indefinida mi ánimo recolector, y también para cerrar mi colaboración, en los últimos tres años ciertamente sólo a modo de contribuciones puntuales, con el Herbario de la Universidad Politécnica de Cartagena. Simplemente ha ocurrido que he asimilado que la recolección, como actividad científica y profesional, debería de estar –al menos– oportunamente valorada, al mismo tiempo que suficientemente impulsada, y no sólo por uno mismo. No lo está, y ya, así, tampoco corresponde poner más esfuerzos e interés personal.
Recolectar es una práctica básica y la base fundamental de la ciencia Botánica. Por esto especialmente lamento la falta de valor, y que me falte impulso, para continuar recolectando. Mis 850 plantas vasculares herborizadas para la Universidad Politécnica de Cartagena son una aportación modesta en número, porque ha faltado intensidad. Pero he cuidado la calidad de las recolecciones, que se han centrado en especies y localidades de gran interés para un ámbito geográfico determinado y restringido a zonas y sierras concretas del sureste de la Península Ibérica. Y la información es completa y muy precisa, en fichas de herbario y base de datos.
8 de enero de 2018 · Archivado en la categoría General, Opinión, Orquídeas
Las últimas orquidáceas silvestres de la Región (una especie y dos notoespecies o híbridos) se presentaron conjuntamente (¡al fin!) en un artículo en prensa, sobre las tres nuevas orquídeas de Murcia, publicado en el suplemento Nuestra Tierra del diario La Verdad, el pasado martes 12 de septiembre de 2017 (día de la Romería de la Virgen de la Fuensanta). Para leerlo sólo hay que hacer clic en una de estas dos opciones: en la página web del periódico y suplemento (visitando este enlace) o en la siguiente imagen (recomendado), de la página del diario escaneada (que abrirá un archivo PDF con las fotografías en color).
La prensa escrita es un medio excelente para la divulgación botánica, para acercar las plantas al público en general, el objetivo principal de floresdemurcia.com. Un titular de un periódico resume y multiplica de forma breve, clara y vivaz una noticia de orquídeas (o del mundo vegetal, local y/o general) a un nivel que otros medios no alcanzan, también –o particularmente– en repercusión y credibilidad. Así que, entendida como una herramienta divulgativa muy valiosa, y contando siempre con las facilidades y mejoras en la redacción de la periodista Pepa García (coordinadora del suplemento Nuestra Tierra de La Verdad), una pequeña nota, artículo o reportaje en la prensa regional es la solución y final indispensable para presentar resultados de trabajos botánicos y/o conocimiento florístico novedoso, relevante o de especial interés.
Si en 2018 se encuentra una nueva orquídea, si esto ocurre (y en los últimos años ha habido suerte), se divulgará (si se puede), primero, en el listado de orquidoflora murciana, actualizado –casi con inmediatez– en Región de Murcia Digital (Portal Oficial en Internet de la Región de Murcia), y, después, si es tempranera, en el curso-jornada Orquídeas silvestres de la Región de Murcia, que anualmente se viene realizando desde 2009:
Pero para divulgar en prensa sobre nuevas orquídeas, habrá (supongo) que esperar bastante tiempo, como en esta ocasión, a que sea necesario y casi obligatorio de que de hallazgos tan realmente interesantes no se conozcan sólo por unos pocos (aficionados y profesionales de la botánica). Aunque para junio, también en prensa, si se puede, está pendiente un artículo o reportaje sobre otra especie importante de la flora murciana (¡y no es una orquídea!), porque hay que destacar como se merece, y ya corresponde por este medio, a una planta que es «una de las más singulares aportaciones de la Región de Murcia a la biodiversidad en el contexto europeo”.
7 de febrero de 2017 · Archivado en la categoría Opinión, Orquídeas
Las orquídeas, esas plantas que tanto fascinan, son a la vez unas grandes desconocidas. La Región de Murcia cuenta con 34 especies y 3 híbridos silvestres y, aunque diferentes a la idea generalizada que se tiene de ellas, sin el tamaño de las orquídeas tropicales, despliegan en nuestros montes vistosos colores y formas.
Es habitual la sorpresa que causa hablar de orquídeas murcianas, no sólo por la cifra anterior, sino por su inesperada presencia en la Región, en particular cuando la conversación se mantiene con personas cuya cercanía y cotidianidad en la Naturaleza es mínima. Pero estas plantas lo han conseguido, sólo mencionar su nombre evoca fascinación e interés. Se trata de “Orquidocia”, o la seducción por las orquídeas, como lo define Manuel Lucas, responsable del Orquidario de Estepona, el primero de España.
En Murcia, con regularidad, se organizan cursos y jornadas para promover el conocimiento en estas y otras especies. Se persigue despertar o multiplicar esa “Orquidocia” y, a través del interés por estas inherentemente fascinantes plantas, también en la flora de Murcia. En nuestros montes comienzan a verse las primeras orquidáceas en floración, así que es muy recomendable salir al campo en su búsqueda, para conocerlas en su hábitat y, al mismo tiempo, observar otras especies que son compañeras, igualmente –o más– interesantes, algunas emblemáticas de nuestra la flora, incluso exclusivas del sureste peninsular en el contexto de la Europa continental. En este sentido, está claro, previamente o «in situ», la divulgación, como información adaptada a un público general, promueve un mayor respeto y sensibilidad hacia el medio natural y, por tanto, es fundamental.
Sin embargo, como se apuntó en el libro Orquídeas Silvestres de la Región de Murcia, “la divulgación de la información no debe propiciar la masificación de lugares concretos ni promover la búsqueda de determinadas especies de forma desmesurada y descontrolada, por el daño al entorno, y por tanto a ellas, que de forma involuntaria se produciría”. Entonces, el interés por su observación, cuando es desbordado, conduce a un difícil equilibrio entre divulgación y conservación, que ciertamente provoca sensaciones contradictorias respecto al fin perseguido.
Un buen ejemplo es el del raro híbrido entre la orquídea de la colina y la orquídea mariposa, que se localiza a comienzos de 2016 en Cartagena, muy escaso en España y apenas citado en Europa. Bastó que se publicase una fotografía en una red social para que se generase una expectación inusitada. Y fue suficiente sólo una localidad, un nombre de un lugar, donde crecía otra nueva planta, para que esta fuese encontrada y que, a partir de ese momento, se repitiesen de forma continuada las visitas, que fueron muy numerosas. El hecho de concitar tanto interés, en ejemplares que son casi únicos, es en sí una amenaza importante, porque ha sucedido con otras orquídeas murcianas muy raras, a las que se les ha producido deterioro o desarraigo. Esta circunstancia, por haber ocurrido, es suficiente para plantear en estos casos la aplicación de la normativa regional vigente, que contempla autorización administrativa previa.
En definitiva, disfrutemos de las orquídeas, pero con precaución.
[Publicado en el suplemento Nuestra Tierra del diario La Verdad,
el martes 7 de febrero de 2017]
31 de enero de 2016 · Archivado en la categoría General, Opinión, Orquídeas
Realmente, aún me sorprende, cuando de manera sencilla y rápida, en campo, obtengo buenos resultados captando en una imagen cualquier instante u objeto, con un dedo y sin necesidad siquiera de hacer clic, sólo presionando una pantalla. Fotografiar, editar y compartir prácticamente de forma inmediata. Algo habitual, que algunos hacemos (casi) a diario, porque nos fascina y engancha, y que hacen muy lejanos, pero no lo son tantos, aquellos años en los que esto, ahora tan simple, era tedioso, caro y se prolongaba en el tiempo. Entonces se podía imaginar, en la actualidad lo podemos disfrutar: ¡gracias tecnología! Y en esta entrada, a continuación, algunas de mis (muy) favoritas y más recientes fotografías con mi (todavía) nuevo dispositivo, a su (enorme) resolución completa (hay que hacer clic sobre ellas), con una breve descripción y/o historia al pie.
Chumberillo de lobo (Caralluma europaea), asclepiadácea cactiforme considerada «En peligro de extinción» en la Lista Roja de la Flora Vascular Española, con flores y polinizadores (moscas), en el Cabezo Gordo de Torre Pacheco, el 12 de octubre de 2015. Y aquí la misma especie, en otras dos fotografías, como ejemplo de lo indicado en el primer párrafo: en una «desconectada» página web, con la resolución de entonces, y en un tuit, con la mejor resolución posible de una «vieja» fotografía en papel y un escáner-impresora moderno.
Hembra grávida de camaleón común (Chamaeleo chamaeleon), en la carretera (se ve el quitamiedos en la imagen) que conduce a la Casa Forestal El Sequén y al Pico Relojero del Parque Regional El Valle, el 22 de octubre de 2015.
Inflorescencia de orquídea gigante (Barlia robertiana), en un paisaje abarrancado de «Bad Lands» casi desconocido del Puerto de la Cadena de Murcia, el 16 de enero de 2015. ¡A la tercera (en menos de quince días! fue la vencida!
Mariposa del Madroño (Charaxes jasius), lista para volar los cielos de Murcia, en el cortafuegos de la Sierra de la Cresta del Gallo (Parque Regional El Valle), el 23 de enero de 2016.
Y por último, porque es anterior que las precedentes y fue tomada fuera de la Región de Murcia, la diminuta orquídea Spiranthes spiralis, en las Campas de Olarizu, a las afueras de la ciudad verde de Vitoria-Gasteiz, el 2 de octubre de 2015, durante la visita al Jardín Botánico de Olarizu de la excursión del VII Congreso de Biología de la Conservación de Plantas.
3 de diciembre de 2014 · Archivado en la categoría Opinión
Esta entrada es distinta de la temática habitual de este blog, se une al día de acción bloguera por los #Cofrentes17, promovido por Greenpeace España en Internet en apoyo de los 16 activistas y un fotoperiodista independiente que se enfrentan a duras penas de cárcel por la acción realizada en la central nuclear de Cofrentes (Valencia) en febrero de 2011.
Al margen de mi prolongado apoyo a la organización ecologista, pronto 21 años, soy sobre todo consciente del peligro nuclear que suponen las centrales en España y en concreto la de Cofrentes, que no debemos asumir ni ignorar, y considero muy valiosas las acciones que desarrolladas por los activistas trasladan a la opinión pública situaciones que atentan o ponen en grave riesgo al medio ambiente y a la población.
Quiero expresar desde aquí mi solidaridad con los compañeros de Greenpeace y desearles mucha suerte, convencido de que la justicia española no castigará tan duramente a ciudadanos que ejercen pacíficamente su deber de proteger el medio ambiente y su derecho a protestar.
José Antonio López Espinosa
Socio nº 67705 de Greenpeace España
31 de octubre de 2014 · Archivado en la categoría General, Meteorología, Opinión
Las lluvias son siempre factor clave y determinante de desarrollo vegetal y floración, pero lo son aún más en el territorio semiárido de la Región de Murcia, particularmente cálido y seco, hasta tal punto que marcan una diferencia muy notable de producirse a no, un antes y un después. Y en concreto, para poder disfrutar de una primavera otoñal las precipitaciones resultan fundamentales, si tienen lugar en el periodo más propicio tras el verano, durante las dos últimas semanas de septiembre. Que esto ocurra, encontrándonos en una tendencia meteorológica de irregularidad y sequía, es un regalo casi inmediato para quienes disfrutan de la naturaleza.
Esta situación, impredecible, de lluvias importantes en el momento idóneo, en décadas pasadas habitual y repetida durante cada comienzo de otoño, se ha producido en 2014, poniendo fin además a un periodo especialmente nefasto para flora y vegetación, que no había terminado de despertar desde –ni de recuperarse del– verano de 2013, en lo que podría denominarse annus horribilis para profesionales y aficionados de la botánica, y sobre todo para las plantas, las principales damnificadas por una sequía excepcional, en muchas zonas sin precedentes.
Sin embargo, a mitad de septiembre, el día de la Patrona de la ciudad de Murcia, descargaron lluvia las nubes en las sierra prelitorales, en varios chaparrones vespertinos de pocos minutos de duración. Esos apenas 2,5 litros por metro cuadrado fueron suficientes para desencadenar el desarrollo y la floración en –literalmente– contados cinco días de la flor de la estrella (Lapiedra martinezii), en la imagen anterior, una de las bulbosas mejor adaptadas a este rincón del sureste peninsular.
De haber quedado así, otros años ha sucedido, la sequía podría haber sido la constante en octubre y hasta noviembre, como viene siendo común en otoño y hasta en primavera, con días y días sin lluvia. Pero esta vez, por fortuna, transcurrida una semana, volvieron las precipitaciones, exactamente el día 22 de septiembre, y se produjeron acumulados relevantes a lo largo de la siguiente quincena, por encima de los 50 litros por metro cuadrado y superiores a los 90 en El Valle y Carrascoy.
De nuevo un otoño primaveral o una primavera otoñal, época del año –cada vez más restringida en el tiempo en Murcia y Cartagena– para salir al campo y encontrarnos a los montes reverdeciendo, con floración abundante, durante estos meses de tantas y tan interesantes especies de flora mediterránea serotina: narciso de otoño (Narcissus obsoletus), escilas de otoño (Scilla autumnalis y S. obtusifolia), ranúnculo de otoño (Ranuculus bullatus), quitameriendas (Merendera filifolia), oroval (Withania frutescens), margarita común (Bellis sylvestris), en la imagen anterior, etc. También otras que lo hacen principalmente en la primavera estacional vuelven a tener flores, como chumberillo de lobo (Caralluma europaea), oroval o bujera (Withania somnifera), mirto (Myrtus communis), en la imagen anterior, etc., aprovechando esta segunda oportunidad.
Sin duda, es una temporada esplendorosa de las flores de Murcia, que se puede y necesariamente se tiene que experimentar en los espacios naturales, en el lugar más inesperado, al siguiente paso junto o muy cerca de cualquier camino o senda.
30 de abril de 2014 · Archivado en la categoría General, Opinión
Durante una visita al Noroeste murciano, a finales de marzo de 1998, los botánicos Pedro Sánchez Gómez y Felix Carrillo, de la Universidad de Murcia, junto al agente medioambiental Enemérito Muñiz, localizaron un raro narciso en la Sierra de Villafuerte, en el Arroyo Blanco, cuya particularidad principal, muy manifiesta y mayoritaria era -comprobaron entonces- que presentaba tallos con una única flor.
En este carácter distintivo y diagnóstico, destacado en la descripción latina: escapo frecuentemente unifloro (por encima del 99 % de los individuos), «scapo frequenter unifloro (supra 99 % individuorum)», se fundamenta el taxón Narcissus nevadensis subsp. enemeritoi Sánchez Gómez, A.F. Carrillo, A. Hern., M.Á. Carrión & Güemes in Fl. Murciana Inter. Nac. Eur. Protecc. Legislac.: 63 (1998), el narciso de Villafuerte, endémico y exclusivo de la sierra de Moratalla y dedicado al agente medio ambiental Enemérito.
Además, acompañan en la descripción al carácter unifloro de los escapos determinados datos cuantitativos de la planta, que fueron también suficientes para que se indicase, por Sánchez Gómez et al. (2000) en Anales Jard. Bot. Madrid 57 (2): 430, que «en concordancia con el carácter microespecífico que parece prevalecer en el tratamiento taxonómico del subgénero, nos ha parecido conveniente elevar nuestra subespecie al rango específico», en la nueva combinación Narcissus enemeritoi.
Sin embargo, como se apunta -de forma muy acertada- por Jiménez et al. (2009) en Folia Geobotanica 44, es el taxón Narcissus nevadensis Pugsley, en sentido amplio, el que podría englobar a Narcissus alcaracensis S. Ríos, D. Rivera, Alcaraz & Obón, N. nevadensis subsp. nevadensis Pugsley, Narcissus nevadensis subsp. enemeritoi Sánchez-Gómez, A.F. Carrillo, A. Hern., M.Á. Carrión & Güemes, N. segurensis S. Ríos, D. Rivera, Alcaraz & Obón y N. yepesii S. Ríos, D. Rivera, Alcaraz & Obón, taxones del subgénero Ajax Spach sección Pseudonarcissi DC. descritos en las sierras subbéticas de Albacete, Granada, Jaén y Murcia.
No obstante, sólo hay que echar un vistazo a las etiquetas del pliego tipo de Narcissus nevadensis subsp. enemeritoi (VAL 39861), en la imagen siguiente, para comprobar que el nombre Narcissus nevadensis, como tal, y en rango específico, únicamente, no se ha empleado para determinación de los ejemplares murcianos, y que las revisiones son, si cabe, aún más dispares.
Por si esto fuera poco, a la confusión que generan tan diferentes opiniones nomenclaturales de importantes botánicos se suma el escaso peso del carácter diagnóstico principal, porque los ejemplares bifloros, con dos flores, se han censado en porcentajes del 15 al 25 %, según año, en la población de Arroyo Blanco, muy lejos del «por encima del 99 % de los individuos» de la descripción del taxón Narcissus nevadensis subsp. enemeritoi.
En definitiva, y resumiendo, que muy posiblemente el taxón enemeritoi lo mejor que tiene es la dedicatoria a un gran agente medioambiental, Enemérito Muñiz.
Leer más: reportaje sobre el Narciso de Villafuerte (Narcissus nevadensis subsp. enemeritoi) en el Portal de Internet Región de Murcia digital (regmurcia.com)
15 de marzo de 2013 · Archivado en la categoría General, Opinión, Orquídeas
El País del Búho es la Candidatura de Reserva de la Biosfera «Sierras y Campos de Murcia» que impulsa el Ayuntamiento de Murcia con el loable empeño de la Concejala y Tercera Teniente de Alcalde Adela Martínez-Cachá Martínez.
Sin embargo, una vez conocida la zonificación de la Reserva de la Biosfera propuesta (en adelante RB), prácticamente dejando la vista en la página 15 del documento técnico divulgativo, resulta triste que a estas alturas del siglo XXI muy poco o nada nuevo se vaya a aportar a la conservación de la flora amenazada presente en el territorio que comprende y, en concreto, para determinadas poblaciones de especies vulnerables y de interés especial, algunas especialmente relevantes.
No puede ser de otra forma «sin nuevas figuras de protección» como puede leerse en la página de la Candidatura de la RB y sin una zonificación que contemple, como zonas núcleo, determinados enclaves de notable diversidad vegetal y su entorno, aunque estén fuera de los viejos, confusos y muy mejorables límites de Parque Regional El Valle y Carrascoy (aún con el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales PORN sin aprobar) y LIC Carrascoy y El Valle.
Además, con o sin ‘País del Búho’ el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Murcia ya ha sentenciado y/o indultado a poblaciones concretas de flora amenazada, posiblemente con un fundamento basado en el desconocimiento total. Entonces, ¿qué se va a hacer al respecto si se declara la RB? Nada se ha dicho.
Se comprenderá mejor con varios ejemplos.
1.- Barlia robertiana. Durante mucho tiempo la orquídea gigante que localizó Gregorio Rabal en el Llano del Beal (Cartagena), en febrero del año 2000, fue objeto de visitas y admiración para botánicos y aficionados; era el único ejemplar conocido y vivo por entonces en el territorio de la Región de Murcia. Un lustro después, en 2005, se localizaron varios ejemplares, solitarios o en grupos reducidos, también en el Campo de Cartagena, y una población en las sierras prelitorales de Murcia muy importante y destacada, con centenares de ejemplares, que encontró Pepe Montijo en un lugar del Monte El Valle, aún hoy día fuera de los límites que establecen Parque Regional y LIC; hasta incluso el grupo más numeroso está fuera de la Microrreserva botánica propuesta en la zona [sic], por lo que su delimitación tampoco es precisamente muy acertada. No fue hasta 2007 cuando, en un rincón perdido del Puerto de la Cadena, o mejor dicho apenas visitado, agentes medioambientales detectaron un núcleo bastante numeroso de individuos que crecían en determinados pastizales de unos abarrancamientos margosos (de este lugar son los ejemplares de la primera fotografía de esta entrada). El seguimiento de flora protegida de la Administración regional del año siguiente, que de forma tan efectiva realizan los agentes medioambientales de la Brigada Móvil, detectó, muy cerca, la que es sin duda la mayor población de Barlia robertiana de la Región, enclavada en unos terrenos espectaculares de bad lands o subdesiertos, donde se contabilizaron 3000 ejemplares por censo directo y se estimaron más de 5000.
Pues este sensacional núcleo poblacional, que cuenta con miles de ejemplares, comprendidos en la zona de transición de la RB, tiene sus efectivos diseminados por Monte Público y, lamentablemente, la mayoría se encuentran en suelo urbano sectorizado, según el PGOU de Murcia, además en un Plan Parcial aprobado en Pleno del Ayuntamiento de Murcia en 2008. Seguramente, sólo la fortuna y el azar han querido que el grupo más numeroso de esta población haya sido permutado por el Plan Parcial como zona verde y que se haya incluido como terreno forestal no urbanizable en el PGOU pero, ¿qué ocurre con el resto? Varios centenares de ejemplares de una especie ‘Vulnerable’ del Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida (Decreto 50/2003, BORM núm. 131), en número claramente superior a los que propiciaron la propuesta de una Microrreserva botánica [o dos], a merced de una urbanización que tiene el visto bueno del Ayuntamiento.
2.- Biarum dispar. La primera población conocida de zamacuca en la Región de Murcia fue localizada también por Gregorio Rabal en el año 2000, muy cerca de la pedanía murciana de Los Martínez del Puerto (a esta corresponde el ejemplar de la imagen anterior). Aún se conserva, cada vez más deteriorada, porque la amenaza principal que afecta a la especie, la fuerte presión de las prácticas agrícolas derivadas de la implantación de nuevos cultivos extensivos e intensivos, en detrimento de los tradicionales de secano, ha venido produciéndose desde su descubrimiento. Por entonces, el reducido grupo de individuos conocido y la posible inmediatez de desaparición de éstos supuso que la planta fuese considerada ‘En peligro de extinción’ en el Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida (Decreto 50/2003, BORM núm. 131), categoría de protección que quizá hoy día ya no le corresponda. Tuvieron que pasar siete años para que, muy cerca, el biólogo de Torre Pacheco Fulgencio Sánchez Solana detectase la mayor de las poblaciones de zamacuca de la Región, en la que se estimaron 27000 ejemplares. Que la zona de este tan importante núcleo poblacional para la especie sea utilizada principalmente para la caza y que esté atravesada por una línea de alta tensión hacía pensar que su conservación podría estar asegurada. Pero, sin embargo, lamentablemente, también como la primera población, y a pesar de localizarse dentro del territorio que comprendería la RB, se encuentra en suelo urbano no sectorizado, según PGOU de Murcia, destinado a usos económico-dotacionales en grandes sectores.
3.- Achillea santolinoides subsp. santolinoides. La milenrama algodonosa, especie ‘De interés especial’ en el Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida (Decreto 50/2003, BORM núm. 131), aunque le correspondería -al menos- la categoría de protección ‘Vulnerable’, un excelente trabajo de Francisco Alcaraz presentado al III Congreso de la Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas (SeBiCoP) así lo evidencia, es un endemismo del sureste ibérico descrito en 1891 en algún lugar entre Murcia y Orihuela. En este territorio estuvo prácticamente desaparecida hasta hace 25 años cuando se localiza en el Puerto de la Cadena un grupo de individuos que, paradójicamente, no ha vuelto a encontrarse después, aunque fue buscada profusamente para el trabajo citado. Hay que esperar más de dos décadas a que el azar y la casualidad permita detectar de nuevo a esta rara planta en otro lugar distinto del Puerto de la Cadena. Sin esperarla, a punto de pisarla, aparece en unos bancales abandonados durante la tarde del 29 de enero de 2012 (la ramilla terminal con hojas de la fotografía anterior es de aquel día). Pues esta población, en la actualidad la única conocida en el municipio de Murcia, recordemos territorio donde se describió la planta para la ciencia hace más de 100 años, también localizada en el interior de la RB, en zona de transición, otra vez, lamentablemente, está en suelo urbanizable sectorizado según el PGOU de Murcia, además en los terrenos de un Plan Parcial aprobado en Pleno del Ayuntamiento en 2008. Cuando acabe la crisis o antes, da igual que otros Resort muy cercanos hayan sido un fracaso, el propietario de los terrenos, con el visto bueno del Ayuntamiento, puede roturar y después cubrir con cemento y ladrillo los cultivos tradicionales abandonados que ha recolonizado esta rara planta,’En peligro de extinción’ en la vecina Comunitat Valenciana y «Vulnerable» en la Lista Roja 2008. ¿Ofrece la RB alguna garantía para la conservación de la milenrama algodonosa? Difícilmente.
Para tranquilidad de muchos, ¿podría asegurarse que la Candidatura de Reserva de la Biosfera, defendida y publicitada a bombo y platillo desde el pasado 26 de diciembre de 2012, no será finalmente un simple distintivo o reconocimiento? Quizá, incluso, esta tierra no merezca una RB, por el menosprecio y desapego que a nuestros campos, sus edificaciones, costumbres y tradiciones se han convertido ya en seña de identidad desde hace décadas en este rincón del sureste peninsular. Hasta hoy mismo olvido y abandono son la triste condena que aplican los murcianos del siglo XXI, con sus dirigentes a la cabeza, a las que son nuestras propias raíces. Como ejemplo, en la imagen anterior, de 2010, la Ermita de lo Pareja, símbolo del esplendor agrícola de otra época, en el centro de un enclave de gran diversidad vegetal de los campos de Murcia. Venida a menos, ruinosa, a punto de derrumbarse (hace unas semanas se desplomaron las vigas de madera de la nave central y pronto será un montón de escombros), caerá, absurdamente garabateada de graffitis, completamente desconocida y olvidada, como si hubiese sido inexistente para los murcianos modernos, que ya no conocen la forma de vida de sus abuelos y viven casi totalmente desvinculados y sin afecto alguno a la naturaleza y tradiciones agrícolas de su entorno más cercano.