Parece que fue ayer, pero han transcurrido exactamente seis años desde entonces. Tal día como hoy acompañé a mi amigo Fulgencio Lisón, experto regional en quiropteros, a las sierras de Cartagena, que estaba interesado en visitar varias cuevas que podrían ser refugios de murciélagos.
En la gasolinera El Bohío, frente a la urbanización Santa Ana, muy cerca de Los Dolores (Cartagena) nos esperaban Sergio Martínez Mendoza, excelente conocedor de la naturaleza cartagenera, y Javier Noguera.
Nada más llegar Sergio me acercó un trozo de planta muy bien conservado, aun fresco, dentro de una bolsa de plástico, con un papel en el que había escrito el nombre de la especie que había determinado: Astragalus nitidiflorus.
Transcurrió la mayor parte del día por las Peñas Blancas, en cuya falda sur, muy cerca de la zona alta, visitamos las minas de Colón. Fue ya de vuelta cuando nos acercamos a ver el ejemplar de Astragalus nitidiflorus que había detectado Sergio, junto a un camino secundario que conecta dos pequeños pueblos del Campo de Cartagena, y que encontró en una de sus habituales salidas en bicicleta de montaña.
Se trataba -aún no lo sabía- de un hallazgo excepcional, estabamos ante una planta que no había sido localizada desde hacía casi un siglo, desde las primeras recolecciones que hizo Jiménez Munuera para enviar a Pau, quien lo describió en 1910: Astragalus nitidiflorus Jiménez Mun. & Pau in Bol. Soc. Aragonesa Ci. Nat. 9: 130 (1910).
Las fotografías de Sergio y las mías eran las primeras que se tomaban de esta especie, una de ellas (creo que la tercera que le hice) fue además portada del libro Lugares de interés botánico de la Región de Murcia, de Sánchez Gómez et al. 2005 (clic aquí para descargar). También utilicé ésta en un reportaje para canal de naturaleza del portal de Internet Región de Murcia Digital, en concreto éste: Astragalus nitidiflorus, breve historia de un redescubrimiento botánico.
Desde 2004 se han censado varios centenares de ejemplares, cifra más tranquilizadora que aquel primer y único ejemplar conocido de cuando lo detectó Sergio o los algo más de 40 localizados en los primeros años desde el redescubrimiento. Además, por la urgente necesidad de asegurar su conservación, se incluyó la especie en el entonces Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, en la categoría «En peligro de extinción». También se ha avanzado mucho en la conservación ex situ, principalmente en la Universidad Politécnica de Cartagena y en el Banco de Germoplasma de flora silvestre de la Región de Murcia. Fue precisamente en la parcela de experimentación para la recuperación de flora silvestre amenazada de éste último donde crecía la planta de la imagen que acompaña a esta nota.