15 de febrero de 2017 · Archivado en la categoría Orquídeas
Recientemente se ha publicado el que podría denominarse segundo volumen del libro de actas del V Congreso de la Naturaleza de la Región de Murcia y II del Sureste ibérico, celebrado en la ciudad de Murcia del 25 al 28 de noviembre de 2015 y organizado por la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) y la Facultad de Biología de la Universidad de Murcia:
Biodiversidad y Procesos Ecológicos en el Sureste Ibérico, de BALLESTEROS, BELMONTE, SÁNCHEZ-BALIBREA y ROBLEDADANO (Eds.) (2017), ha sido editado por EDITUM, Ediciones de la Universidad de Murcia, sólo en formato digital (el documento PDF completo puede descargarse de la pagina de la editorial haciendo clic en el enlace precedente en título y autores).
El Capítulo 4 del libro, Novedades corológicas y actualización del listado de orquidoflora murciana, de LÓPEZ-ESPINOSA (2015), presenta una colección significativa de referencias corológicas de orquídeas silvestres de la Región de Murcia, compendio de las registradas en el periodo transcurrido entre 2007 y 2015 y es también un meritorio agradecimiento a los autores de las citas por su contribución al conocimiento de la orquidoflora murciana.
7 de febrero de 2017 · Archivado en la categoría Opinión, Orquídeas
Las orquídeas, esas plantas que tanto fascinan, son a la vez unas grandes desconocidas. La Región de Murcia cuenta con 34 especies y 3 híbridos silvestres y, aunque diferentes a la idea generalizada que se tiene de ellas, sin el tamaño de las orquídeas tropicales, despliegan en nuestros montes vistosos colores y formas.
Es habitual la sorpresa que causa hablar de orquídeas murcianas, no sólo por la cifra anterior, sino por su inesperada presencia en la Región, en particular cuando la conversación se mantiene con personas cuya cercanía y cotidianidad en la Naturaleza es mínima. Pero estas plantas lo han conseguido, sólo mencionar su nombre evoca fascinación e interés. Se trata de “Orquidocia”, o la seducción por las orquídeas, como lo define Manuel Lucas, responsable del Orquidario de Estepona, el primero de España.
En Murcia, con regularidad, se organizan cursos y jornadas para promover el conocimiento en estas y otras especies. Se persigue despertar o multiplicar esa “Orquidocia” y, a través del interés por estas inherentemente fascinantes plantas, también en la flora de Murcia. En nuestros montes comienzan a verse las primeras orquidáceas en floración, así que es muy recomendable salir al campo en su búsqueda, para conocerlas en su hábitat y, al mismo tiempo, observar otras especies que son compañeras, igualmente –o más– interesantes, algunas emblemáticas de nuestra la flora, incluso exclusivas del sureste peninsular en el contexto de la Europa continental. En este sentido, está claro, previamente o «in situ», la divulgación, como información adaptada a un público general, promueve un mayor respeto y sensibilidad hacia el medio natural y, por tanto, es fundamental.
Sin embargo, como se apuntó en el libro Orquídeas Silvestres de la Región de Murcia, “la divulgación de la información no debe propiciar la masificación de lugares concretos ni promover la búsqueda de determinadas especies de forma desmesurada y descontrolada, por el daño al entorno, y por tanto a ellas, que de forma involuntaria se produciría”. Entonces, el interés por su observación, cuando es desbordado, conduce a un difícil equilibrio entre divulgación y conservación, que ciertamente provoca sensaciones contradictorias respecto al fin perseguido.
Un buen ejemplo es el del raro híbrido entre la orquídea de la colina y la orquídea mariposa, que se localiza a comienzos de 2016 en Cartagena, muy escaso en España y apenas citado en Europa. Bastó que se publicase una fotografía en una red social para que se generase una expectación inusitada. Y fue suficiente sólo una localidad, un nombre de un lugar, donde crecía otra nueva planta, para que esta fuese encontrada y que, a partir de ese momento, se repitiesen de forma continuada las visitas, que fueron muy numerosas. El hecho de concitar tanto interés, en ejemplares que son casi únicos, es en sí una amenaza importante, porque ha sucedido con otras orquídeas murcianas muy raras, a las que se les ha producido deterioro o desarraigo. Esta circunstancia, por haber ocurrido, es suficiente para plantear en estos casos la aplicación de la normativa regional vigente, que contempla autorización administrativa previa.
En definitiva, disfrutemos de las orquídeas, pero con precaución.
[Publicado en el suplemento Nuestra Tierra del diario La Verdad,
el martes 7 de febrero de 2017]