En el Huerto de ocio de Aljucer
Remontándonos en el tiempo muy atrás, estaba acabando noviembre de 2015, hace diez meses, finalizado el congreso organizado por ANSE y la Facultad de Biología, en el fin de semana inmediatamente siguiente, fue buen momento de plantar las primeras flores en una [mi] parcela del Huerto de ocio de Aljucer, un espacio o zona verde municipal del programa «Huertos de ocio» del Ayuntamiento de Murcia.
La primera flor, y fundamental, fue un vinagrillo de flores rosadas, concretamente Oxalis bowiei, del grupo de ejemplares naturalizados-adventicios del Puerto del Garruchal que en su día me había indicado el Agente Medioambiental Pepe Moya. Esta planta tiene un significado especial porque, curiosamente, siendo tan común, omnipresente y conocida otra especie con flores amarillas en la Huerta, «resulta paradójico que aquí, en Murcia, en la que podría denominarse la tierra del vinagrillo, crezcan otros vinagrillos de flores rosadas y que hayan pasado tan desapercibidos» [¿Los conoces? Podría ser que no…]. Así que, después de haberlos buscado y estudiado (se publicó sobre ellos un artículo científico y un reportaje en prensa), sólo quedaba tenerlos plantados, del mismo modo que otrora hicieron algunos huertanos en sus huertos.
La segunda flor, necesariamente, tenía que ser la borraja (Borago officinalis), una planta igualmente muy huertana, pero tratada con desdén en la Huerta de Murcia del siglo XXI, hasta el punto de que en la actualidad es una especie realmente escasa y puntual. Pepe Sánchez Tomás conocía un –aún– grupo numeroso de borrajas en un bancal junto al Azarbe de la Tierra Roya de Beniaján, en el –prácticamente– mismo lugar donde las había plantado un huertano al menos hace cinco –y seguramente más– décadas. De allí proceden las cepas que crecieron y florecieron en abundancia en la parcela nº 35 del Huerto de ocio de Aljucer; aunque, curiosamente, muy cerca del huerto también crecían y crecen ejemplares (que bien merecieron ser el pliego número 3183 para el Herbario UPCT), plantados y supervivientes, también adventicios, incluso de flores blancas, de la variedad menos ruda y más agradable al paladar.
Milenrama (Achillea millefolium), en su única localidad murciana de las cumbres de #SierraEspuña #floresdeMurcia pic.twitter.com/8Crkvicm9s
— J. A. López Espinosa (@jalesp) 7 de octubre de 2015
Por último, la tercera planta con flores, con miles de flores, fue un regalo, del biólogo Gabriel Pardo, que como la anterior, atrae a numerosos insectos polinizadores. La milenrrama (Achillea millefolium), floreciendo profusamente desde el final de la primavera hasta pleno verano, es habitual en determinadas huertas, aunque no tanto en las murcianas, que ha sido plantada, y se ha naturalizado (pudiendo ser y considerarse hasta mala hierba), por sus múltiples usos y aplicaciones medicinales, hoy día ignorados o en gran desuso local. Además de los auxilios que proporciona en el huerto una planta tan florífera, su presencia en la parcela es otro guiño a la flora silvestre, porque en la Región de Murcia, de esta especie, sólo se conoce un grupo de ejemplares espontáneos junto a una fuente en Sierra Espuña, que presentan la particularidad de vistosas flores (de lígulas) de intenso color rosado purpúreo.
Finalmente, otros motivos, realmente importantes, por los que un naturalista y botánico de profesión, casi siempre centrado en recorrer sendas y monte a través, en busca de las #floresdeMurcia, destina (y ya era hora) parte de su ocio en un huerto: 1) mi padre y mi abuelo fueron agricultores, 2) sin duda cultivar es inherente a la naturaleza humana, y queda pronto comprobado que poco puede ser más satisfactorio que «volver a la tierra» y –fundamental– 3) producir alimentos, ecológicos, algunos auténticas joyas, de sabor inigualable, como tomates, de variedades tradicionales, escasas o poco habituales, que tan amablemente facilita el gran profesor de biología José María Egea, artífice de la Red de agroecología y ecodesarrollo de la Región de Murcia, germen de iniciativas tan valiosas como Biomurcia y Del Campus al Campus.
Pero desde luego, sin olvidar, porque ha habido suerte, que:
Lo mejor de los huertos de ocio de @AytoMurcia son tus nuevos vecinos huertanos: generosos como los huertanos de siempre #HuertoOcioAljucer
— J. A. López Espinosa (@jalesp) 2 de septiembre de 2016